miércoles, 30 de mayo de 2007

COACH


Las modulaciones cortas y largas, la técnica de carrera, los calentamientos en progresión, los rodajes a ritmos controlados y muchas otras cosas que aún no he podido digerir. Todo eso ha entrado en mi vida. He contratado a un entrenador.

La verdad es que ha sido un fichaje sencillo, porque el coste va a ser mínimo: un par de cervecitas de vez en cuando y mi amistad (que no es poco, claro). Se trata de mi amigo Juan Manuel, entrenador nacional de triatlón y atletismo, y reputado ironman finisher. Se ha decidido a llevar mi causa perdida, diseñándome un plan para conseguir esas mejoras anheladas. Supongo que someterme al control de alguien que no soy yo mismo va a ayudar, aunque sólo fuera por eso. Luego hay que añadir todos esos conocimentos de los que yo carezco. De todos modos, la contratación está condicionada a mi disciplina como corredor: dice el coach que para hacer lo que me dé la gana no le voy a necesitar, y ahí está mi parte en el trato.

La verdad es que llevaba ya unos días entrenando con él, los martes y los jueves, en sesiones de calidad. Ayer tocaban modulaciones cortas, que son como las series pero más parecidas a la realidad del corredor de fondo. Se trata de recorrer el perímetro exterior de la pista de atletismo, 475 metros de hierba y tierra maravillosos para las articulaciones, dando una vuelta rápida y una de recuperación. Sin contar el calentamiento y la fase de vuelta a la calma, fueron 14 vueltas, con el objetivo de correr cada vuelta rápida por debajo de 2'30" (a ritmo de 5'16"/km) y cada vuelta de recuperación por debajo de 3'30" (un poco por encima de 7'/km). Ese era el planteamiento inicial. Luego nos dimos un poco más de caña, bajando los tiempos de vuelta rápida sobre 2'15"-2'20" (4'45"-4'55"/km) y recuperando un pelín menos. La última vuelta rápida, esa en la que se echa el resto, salió en 1'59" (4'12"/km!!!), recuperando siempre al trote. Quien me conozca sabe que eso es una sesión de calidad para mí. Como dice el coach, lo importante es que la disfruté. Espero que con el paso del tiempo mi cuerpo consiga esas adaptaciones que la teoría del entrenamiento le supone, porque si no, me van a matar corriendo tan rápido.

Salud y buenos rodajes a todos.

domingo, 27 de mayo de 2007

MEJORAR

Foto cortesía de www.cicli.blogspot.com
Superado ya el resultado del medio maratón de Almansa, donde lo pasé tan bien y corrí tan poco, llega el parón de competiciones, que pienso aprovechar para tratar de mejorar. En la isla se organiza una liga de carreras de verano, aprovechando los fines de semana en que hay fiesta mayor en cada pueblo, que son desde fines de junio y hasta principios de septiembre, prácticamente todos. Se trata de carreras cortas, de entre 4 y 7 kilómetros, pero ahora mismo no creo que se me vaya a ver mucho el pelo (que dicho sea de paso no es fácil de ver) por ahí. Prefiero evitarme algunos disgustos relacionados con el hecho de ser siempre el último en cruzar la línea de meta, más que nada porque no me gustan determinados estigmas, y aquí somos cuatro gatos y todos corren que se las pelan.


Mejorar es ahora la prioridad. Los objetivos son a medio plazo porque no sé estar sin algo en el horizonte. El 7 de octubre correremos el medio maratón Illa de Menorca, y el 21 del mismo mes el Tui Maratón de Palma de Mallorca. Los objetivos son bien distintos: bajar de dos horas en medio maratón, para lo que 1:59:59 ya estaría bien, y terminar sobre las 4:30 el maratón (más o menos), sin pasarlo demasiado mal, si no es mucho pedir. El objetivo para los 42195 no es tanto de crono (mi mejor marca es 5:02, y no será difícil de batir) como de sensaciones: quiero terminar la carrera pensando que corrí un maratón, y no creyendo que me escapé del infierno por los pelos.



Y para mejorar he empezado a introducir algunos cambios en dos líneas maestras: alimentación y entrenamientos. Por lo que respecta a las cosas del comer, no voy a volverme vegetarado como alguno de los habituales del lugar, pero casi. De hecho retomaré el reto de abril a partir del próximo viernes, y trataré de rendir cuentas en el blog con semanal periodicidad. De aquí a finales de julio hay que haber liquidado 10 kilitos, y algunos más antes de las carreras de octubre, ya veremos cuántos.

Por lo que respecta a los entrenamientos, el trabajo semanal de calidad que ya estoy haciendo lo voy a acompañar de un aumento del kilometraje por sesión, sin correr más veces por semana: estoy ahora con el plan de 4 días y en unas semanas pasaré a correr 5, pero no más.

Con estos objetivos el verano se presenta de lo más interesante. ¿Podré con ello? Espero que sí. Por lo menos voy a intentarlo, pero sin perder nunca de vista que lo importante no es el fin, sino el poder siempre disfrutar del camino. Salud y buenos rodajes a todos.

lunes, 21 de mayo de 2007

ALMANSA 2007, O CÓMO ALGO QUE SALE TAN MAL PUEDE SER TAN BUENO

Pues volvería a ir mañana mismo, sin dudarlo ni un instante. Pero oiga, ¿esto no iba de correr y tal? Bueno, no sólo de eso, pero también, claro.




Asturmad, Saltim, Syl, Josero, Ertumba, Grey, Neke, Santi Palillo y Slowpepe. Vaya pelotón...


Pues conseguimos citarnos en la acogedora localidad manchega de Almansa unos cuantos amiguetes, con el objetivo principal de pasar un buen fin de semana, y el secundario de completar un medio maratón. Por la mañana, a mi llegada al Polideportivo para recoger el dorsal y el chip ya tropiezo con el Neke. Bueno, él tropieza conmigo, que despistado como iba casi nos damos de bruces. Él me reconoce, quitándose esas gafas de sol Men in Black que se calzaba. Empezamos con las rubias a la espera del resto del pelotón. Aparecen los madrileños del trío calavera. Reconozco al Josero, por los interesantes reportajes fotográficos de sus visitas a museos y exposiciones con el resto de los novatos del foro. Con él viajan Ertumba y Grey, dos fenómenos, cada uno en lo suyo. Nada, a remojar el gaznate otra vez. Entonces llega Santi Palillo, con su mujer a la que saludamos como Pepi, pero que afirma ser "la otra". Con Santi se presenta también Cepa, un maquinorro veterano con una página web de atletismo popular que tira patrás y que viene a eso, a hacer fotos de la carrera. Más rubias antes de comer. Comemos de pasta en un italiano, donde llegan directamente de los madriles los del 4 pipas, Saltim y Asturmad, con los que ya había compartido mesa y mantel en el maratón de Barcelona. Justo antes de la salida tropezamos con Syl que llega toda apurada. Presentaciones innecesarias y a sus puestos.



Con Santi Palillo y Nekerun. Vaya dos fenómenos.

Yo, como siempre, y para que no me atropellen me voy a la parte trasera del pelotón de salida. Ahí se está armando el famoso autobús de Santi, que después quedaría en simple utilitario, pero de esos con clase, claro. La conductora del vehículo se había despistado mezclándose con los de la élite, Josero, Neke y los 4pipas, y damos la salida sin ella al volante. En la primera curva nos localiza y se suma a la fiesta junto con Grey, que sería poco menos que mi ángel de la guarda durante la carrera.

Salimos cómodamente, y enseguida cogemos ese ritmito de 6' o un poco menos, que es el inicialmente previsto. Error: para mí era demasiado pretencioso, pero entonces no lo sabía. Así transcurren los primeros kilómetros, en que ya nos quedamos los cuatro solos. El paseo tiene todo lo que se puede pedir: consejos casi profesionales del maestro Palillo (Pepe, bebe muy despacito, lo que pilles con la lengua, que así no te da flato), guiños de ánimo de Grey (todo esto es psicológico, tío, vamos que tú puedes), y un poco de todo y mucho de alegría de la monja biónica, el centro de TODA la atención durante la carrera, jugando con el público en cada esquina y metiéndose a todos en el bolsillo.


El cuarteto separado por la niña de Shrek vestida de azul. Foto cortesía de Cepa, aunque él no lo sabe.
Pronto los kilómetros me empiezan a pesar. Buscamos en la primera vuelta la famosa calle Mendizábal, la cuesta de los cojones, pero antes ya sufrimos subiendo la que venimos a bautizar como "calle suputamadre", la de los pasos de cebra. En Mendizábal, primera vuelta ya veo que no voy a poder cubrir las expectativas, y que voy a ser una rémora para el utilitario. Insinúo que van a estar mejor sin mí. Me tratan de majareta. Seguimos juntos. La bajada hasta meta me da un poco de oxígeno para empezar la segunda vuelta, pero en el kilómetro 12 ya lo tengo claro: Pepe, has pinchao. Y encima vas a jorobar a esta gente, que no tiene culpa ninguna. Insisto, les pido que se marchen. Nada, como quien oye llover. Santi no me deja caminar. Insiste en que corra todo lo lento que haga falta pero que no camine. Cuando me quedo se dan la vuelta los tres y me recogen. Lo hacen varias veces y me siento mal y bien. Mal porque les obligo a hacer mi carrera, y bien porque veo de qué pasta están hechos. ¡Diosss! Eso me jode más todavía, porque en condiciones normales (o en mejores condiciones) hubiera disfrutado horrores de la carrera con ellos, y sentía que me lo estaba perdiendo. Llegamos a meta entre los juegos mentales del maestro (vamos a coger a ese que es un impresentable, vamos, Pepe) los cuatro cogidos de la mano. ¡Qué grandes habéis sido!

La cena, en un restaurante carnívoro al que nos lleva una vegetarada

Duchados y aseados recogemos nuestro premio: Botellazo de vino de Almansa a los cien últimos y buen humor a raudales por ello, y nos vamos a cenar. El restaurante es cosa de Syl, que sabe muy bien que queda junto a mi hotel, en el mismo Almansa. Cuando llegamos tenemos la sensación de estar poco menos que en la provincia de Cuenca, como dice el maestro, pero el camino mereció la pena. Viandas propias del lugar regadas con cerveza a granel y violonchelos con el postre. La compañía, impagable. Despedimos a Santi y a Lola y trato de mandar a la tropa hacia Levante. Insisten (¡qué grande eres Joserín!) y tomamos la penúltima en Almansa. Después yo me quedo en mi hotel (¡¡¡¡errrorrrrrrrr!!!!) y ellos empiezan la fiesta, de la que hay testimonio gráfico en algún lugar de la red.

Tenía pensado hacer después de esta crónica un balance deportivo de la carrera, analizando las razones de esa marca, unos 15 minutos peor de lo previsto. Iba a hablar del calor, del perfil de la prueba, de mis problemas estomacales, del flato y del entrenamiento anterior. Es perder el tiempo. La carrera me salió así de mal porque eso es lo que valgo en estos momentos. De todos modos, querida Pepi, no es lo que valdré dentro de un tiempo. La autoestima no tiene mucho que ver con los criterios deportivos objetivos, y el asfalto nos pone a todos en nuestro sitio. Podría decir que tengo la firme intención de controlar dieta y entrenamiento para bajar con Santi (y Syl y quien venga) de dos horas en el medio maratón de finales de septiembre en Ciutadella, pero creo que prefiero mejorar para disfrutar con ellos de esa carrera. No me jode llegar atrás. Me jode estar más de dos horas sin poder disfrutar con mis amiguetes. Eso sí. Pero habrá más oportunidades. Seguro.





jueves, 17 de mayo de 2007

LAS MARAVILLAS DE LA CIENCIA

Se acabó la guerra a los kilos. Localicé a través de un enlace en la red, www.from.lost.to.the.river.com una clínica en el mismo Buenos Aires donde en tres días de tratamiento intensivo conseguían lo que años de dietas milagro y consumo compulsivo de manzanas golden no habían logrado: convertir mi cuerpo en el de un atleta en toda regla.

En un viaje relámpago me sometí al tratamiento en el SANATORIO NUEVO RENACER, Buenos Aires capital, donde estuve acompañado por mi santa y mi buena amiga Ana Gallardo, que ejerció de impagable cicerone.

A los dos días de tratamiento salimos a correr por un monte cercano a la capital argentina y Anita me sacó esta foto para que todos pudierais ver los resultados de tan maravilloso cambio.

Por cierto, el cirujano me ofreció la posibilidad de pedir, y pedí unas piernas para rodar a 3 minutillos pelaos el kilómetro. Lo siento Syl, pero en Almansa me voy con los keniatas, a ver si trinco podio. Un besazo.

sábado, 12 de mayo de 2007

ALMANSA EN EL HORIZONTE

Inicio del rodaje de Pepe. Obsérvese el ritmo infernal. Que tiemblen los keniatas...

Llevaba mes y medio largo sin aparecer en público. Como mi santa, bajándose del coche y a traición ha sacado esta foto de cuando empezaba el rodaje largo de hoy, he pensado que de perdidos al río, y que si Dean Karnazes (ver foto entrada anterior) tiene buena pinta Slowpepe tiene... bueno, al menos pinta. Y es que la propuesta de control estricto durante el mes de abril saltó por los aires la última semana y la primera de mayo, gracias a un horario laboral desenfrenado y a muchas otras cosas que me ocuparon y ya conté en su día. Todo quedó en algo más de dos kilos y medio perdidos,... y buena parte de ellos recuperados. La verdad es que volví a la senda de la bondad, y ahora puedo contar algo más de 4 kilillos que quedaron en el camino. Para lo que son mis necesidades la cifra es aún poco significativa, pero me lo tomo como un comienzo.
A todo ello seguro que ha ayudado el medio maratón de Almansa en el horizonte. Para eso lo pusimos ahí, para tener objetivos siempre a medio plazo que echasen una manita a la motivación. Y en esas ha venido el rodaje de hoy, el último largo antes de la carrera del sábado que viene. Además ha sido casi el primer día en que me he probado de cara al ritmo de competición. Bueno, por espacio de 17 kilómetros buscaba el ritmo de la dignidad más que otra cosa, y las sensaciones no han sido más que de aprobao raspao: a 6' el kilómetro andé bien los primeros 5km, y cuando el perfil del recorrido fue favorable. Cuesta arriba no hubo tu tía, y cada vez que intenté mantener el ritmo me disparé de pulsaciones y tuve que caminar. Al final entendí que no estaba el olmo como para dar peras, y levanté el pie del acelerador.
Sigo sin entender por qué dos días antes me como otro rodaje largo de esos de R1 (6'30"-6'40" para mí) y consigo hacer casi los 2 últimos kilómetros entre 5'30" y 5'40", y no soy capaz de correr seguidito a 6'. Hoy hacía bastante calor, unos 25 o 26 grados a esa hora, y con humedad, pero ayer descansé. Seguramente la respuesta es más sencilla que todo esto: no doy más, eso es lo que valgo y debo decir que lo acepto. Si sigo bajando de peso creo que mejoraré. Eso sí lo tengo claro, mi margen de mejora es grande, nos pasa a casi todos los paquetes.
Hoy corrí pensando en mis amiguetes, sobretodo en los que tenían cita importante este fin de semana. Sylvie se ha zampado un maratón y medio con unos desniveles de vértigo. Ha terminado nadando en lágrimas pero muy feliz. Me alegro mucho por ella. Plum y Jaime estarán en estos momentos con el frontal encendido pateándose de noche la serranía de Ronda camino de esos 101km. Espero que les salga bien a los dos porque ambos se lo merecen y mucho. Y Ana Gallardo debuta mañana en medio maratón en Rosario. Lo va a hacer tan bien que ni ella se lo espera. Ha trabajado mucho para ello y me voy a alegrar tanto como cuando debuté yo. En fin, que estos días mis amiguetes son un poco mis héroes, espejos en los que mirarse. Cada uno tiene su historia, y todas esas historias deben tener un final feliz.

miércoles, 9 de mayo de 2007

IMPONDERABLES

Está visto que a determinadas edades uno debe poner la prudencia por bandera si no quiere que la madre naturaleza le ponga de un pescozón en su sitio. Llegó el calorcito, y con él las ganas de correr por el campo a pecho descubierto, costumbre por otro lado muy propia de aquellos a los que uno querría llegar a parecerse como quien quiere la luna.
Con la verdad por delante, Dean Karnazes y un servidor nos parecemos lo mismo que Stan Laurel y Oliver Hardy, pero en un alarde de mimetismo me metí tetillas al aire 18 kilómetros el otro día. Se conoce que el aire no sería sahariano, porque al día siguiente pillé una galipandria de padre y muy señor mío, que ando aún purgando a día de hoy.
Lo peor del tema podría ser que me estoy perdiendo los últimos entrenamientos para afinar la forma de cara a la media de Almansa, pero como no hay forma que afinar, que llevo 3 semanitas de un pasota subido, las preocupaciones son menos. La carrera, si desaparece esta fiebre, que desaparecerá, la haré de todos modos, y si antes ya no tenía grandes expectativas en cuanto a la marca, ahora no las tengo ni pequeñas (las expectativas, claro). De todos modos, como el principal objetivo de la gira por la península no era batir plusmarca alguna, me tomo el desplazamiento en el más festivo de los tonos, esperando ver a todo el personal con el que me voy a juntar ahí, que es lo que más ilusión me hace, y lo que encabeza mi lista de cosas para hacer en Almansa. Le siguen en ese listado el ver a mi mamá y a mi hermanita en Barcelona, disfrutar de la paliza de casi 1000 km en coche entre la ida y la vuelta, descubrir qué demonios es eso del apañao y la gachamiga (productos típicos de Almansa, supongo que se comerán), ...¡ah, sí! ¡y correr 21 kilometrazos!
Salud para todos.
P.S. Neke, ponte bueno tú también.

sábado, 5 de mayo de 2007

20 PATADAS EN EL CULO

Todo el mundo tiene por lo menos 100 excusas para no salir a correr. La edición americana de la revista Runnersworld ha publicado lo que ellos llaman 101 kicks in the butt (que podríamos traducir como patadas en el culo), recopilando 101 formas de superar esas crisis de motivación que nos dejan en casa tirados en el sofá. Estas son mis 20 favoritas:

1. Crea un blog donde apuntar tus entrenamientos; da la dirección a tu familia y amigos. No querrás que tía Carmen te pregunte porqué te saltaste el entrenamiento de ayer.

2. Cómprate un par de zapatillas nuevas. Correr con ellas siempre será diferente a hacerlo con las viejas, y vas a tener ganas de comprobarlo.

3. Corre por la montaña, y hazlo despacio, disfrutando del paisaje y el aire puro. Aprovecha tu buena forma física para recorrer distancias por lugares poco accesibles a personas sedentarias.

4. Deja el reloj en casa. Corre sin preocuparte de tu ritmo, de tus pulsaciones o de tu tiempo de entrenamiento. Corre lo que te pida el cuerpo.

5. Apúntate a esa carrera hoy mismo. Salir a correr pensando que te estás preparando para un determinado día fijo en el calendario te ayudará.

6. Busca otro circuito. Correr siempre por los mismos lugares puede ser causa de aburrimiento y desmotivación. Un nuevo camino es siempre excitante.

7. Ese nuevo reloj al que le tienes el ojo echado. Proponte registrar 10 entrenamientos de calidad en el viejo y cómpratelo.

8. Vete al videoclub y alquila Carros de Fuego.

9. Búscate un amigo, alguien con quien correr. Si es más rápido que tú, haz coincidir un entrenamiento de calidad tuyo con uno suave suyo o al revés. Si vuestro nivel es parecido, símplemente salid a charlar un rato mientras rodáis suavecito.

10. Adopta un perrito que necesite hacer mucho ejercicio. Es el compañero que nunca te va a fallar, y siempre estará dispuesto a correr contigo.

11. Corre bajo un manto de lluvia durante una tormenta primaveral. Es un placer indescriptible.

12. Piensa en tu aspecto con el bañador puesto, dentro de dos meses.

13. Recuerda que el ejercicio mejora la actividad sexual.

14. Págate el kilometraje, en metálico o en especie (una comilona) pero no lo cobres si no cumples con el objetivo semanal.

15. Consigue que alguien te acompañe en bicicleta. Casi cualquiera es capaz de pedalear con suavidad al ritmo que tú corres.

16. Busca un rodaje iniciático. Acompaña a un amigo o amiga que quiera empezar en esto del correr.

17. Recuerda que SIEMPRE te sientes mejor después de correr que antes de salir.

18. Lleva un diario de entrenamientos. Apunta tus progresos y escribe tus sensaciones. Reléelo al cabo del tiempo. Te va a gustar ver lo que eras como corredor.

19. Compra nueva ropa de correr. Vas a tener ganas de estrenarla.

20. Compra un espejo de cuerpo entero y alégrate de cómo mejora tu aspecto día tras día, mientras te dices que estás en el buen camino.

Siempre hay algo que nos va a llevar a superar cualquier crisis de motivación. Sólo hay que dar con ello. Os animo a que añadáis a la lista las cosas que os parece que se pueden hacer para no quedarse en casa en esos días en que resulta tan difícil salir a correr. Al final estamos todos en el mismo barco. Salud y buenos rodajes a todos.


jueves, 3 de mayo de 2007

ANARQUÍA TOTAL

Los casi diez días de gran locura laboral que acabo de cerrar me han alterado seriamente la estabilidad correril. La anarquía se ha apoderado de mis entrenamientos. He salido cuando he podido, y durante el tiempo que me ha apetecido. Abandonado a las órdenes recibidas de lo más profundo de los avernos mis kilometrajes diarios han sido de lo más variado. O sea, que no han servido de demasiado al fin para el que estaban propuestos: representar dignamente el papel de lento venido a más en el medio maratón de Almansa. Ahora sólo me queda una: meter hasta el día "D" (o hasta poco antes para ser más exactos) unos kilometrillos que adecenten el plan y me aseguren terminar por delante de la ambulancia (si es por detrás puede que valga también, pero dentro nunca). Y todo ello sin llegar pasado de rosca a la línea de salida. Debo hacerlo, aunque sólo sea para trincar la bolsa del corredor que ofrecen estos incautos manchegos: Camiseta de la carrera (técnica, por supuesto), calcetines técnicos, mochila, cinturón de entrenamiento, chancletas de la carrera, par de zapatos o zapatillas a los 150 primeros y a todas las mujeres participantes (tengo a mi alcance antes lo segundo que lo primero) , ... y una botella de vino para los 100 últimos (ese premio es mío fijo).

Hoy hice EASY RUNNING por partida doble. Por la mañana quedé con Cicli (que ya está de vuelta de su viajecito en bici y su descanso en Asturias) para rodar una horita por el perímetro exterior (hierba) de la pista de atletismo. Al final todo quedó en poco más de media hora a buen ritmo y el resto de cháchara, que tenía muchas cosas que contarme.
Por la tarde tocaba tarea iniciática. Mi amigo Esteban decidió hace unos días empezar a correr. Con un sobrepeso evidente y una salud frágil los consejos de su médico iban por ese camino. Yo le ofrecí mi ayuda de novato con más voluntad que otra cosa, y hoy me lo llevé a rodar. 10 minutos era su récord. Hoy corrió 53, demostrándose mi teoría de que hay un ritmo para cada trote. A 8'30" el kilómetro y bajo una fantástica lluvia primaveral hemos corrido por uno de esos caminos del interior que me tienen robado el corazón (no lo iba a llevar al martilleante asfalto, claro). Ha tenido que caminar un poquito, pero terminó tan feliz él de su logro como yo de que lo consiguiera. Ya quiere comprarse unas zapas en condiciones. Si es que esto es la releche en vinagreta.