miércoles, 5 de octubre de 2011

¿POR QUÉ EL IRONMAN?

El gran Chris McCormack cruzando la meta en Kona el año pasado. No defiende título el sábado.

Uno de mis amiguetes del gremio, Mattia, me dijo el otro día que se iba invitado por unos compañeros suyos a un bonito lugar unos días a entrenar. El juego era adivinar dónde. ¿Canarias? dije yo, un mito en Europa por sus parajes y buen clima, ideal para triatletas y familia. No, vas a flipar más. Venga (tiro a matar), Boulder, Colorado, donde vive y entrena la creme de la creme del triatlón mundial. No, dale más,... venga, te lo digo ya, Kona, Hawaii: una semanita entrenando, disfrutando del ambiente y viviendo in situ la fiesta del Campeonato del Mundo de triatlón de verdad, el original Ironman de Hawaii, la cuna del multideporte. Los hay suertudos, en fin...

Todo esto me llevó a pensar sobre mi relación con este deporte. Empecé corriendo por salud y ahora preparo por segunda vez el Ironman. ¿Por qué? Pues me vienen a la cabeza unas cuantas razones.

1. Porque soy un tipo aficionado a los retos y debido a mi incapacidad para asumir la velocidad como reto desarrollé una inclinación enfermiza por ir cada vez un poquito más lejos.
2. Porque el triatlón me parece sano: entreno más y me lesiono menos.
3. Porque el triatlón me parece extraordinariamente divertido.
4. Porque estoy aún más fuera de lugar si cabe: hay pocos paquetes y eso, lejos de amedrentarme, me "pone" un poquito más.
5. Porque me encanta amanecer en la piscina, con la sensación de pilas cargadas mientras la mayoría trata de dormir 5 minutos más.
6. Porque solo hay una cosa que disfrute más que participar en la carrera, y es entrenar para ello. Despacito y mucho rato, justo lo que a mí me gusta, es lo que dice siempre el plan.
7. Porque el ambiente de hierro es lo más, desde los más pross hasta aquellos que encuentran en la carrera su leyenda personal, siempre vivida con intensidad.
8. Porque pensaba que era imposible y ahora me parece imposible dejar de pensar que se puede.
9. Porque no hace falta ser un superhombre (o una supermujer) para ello. Si yo puedo cualquiera (sano y con ganas) puede.
10. Porque el reto está ahí, esperando que gente como nosotros recoja el guante (y no están los tiempos como para andar dejando guantes por el suelo...)

Seguro que dándole alguna vuelta más me saldrían por lo menos otras 10 razones para hacerlo. Sin embargo, por más que busco, no encuentro ninguna razón para no hacerlo. Sé de su gran dificultad, pero mentiría si dijese que no he soñado con cruzar exitoso esa línea de meta de la mano de mi hija y darle un abrazo a Kenneth Gasque, el alma mater del Ironman de Lanzarote que espera en el arco de llegada absolutamente a todos los valientes que osan presentarse ahí ese día. Lo de Kona ni se me pasa por la cabeza, pero Playa del Carmen...

Salud y kilómetros