domingo, 27 de enero de 2008

95 PROGRESIVOS

Mientras algunos se batían el cobre en la media de Getafe, carrera que estuvo en mi mente en su día, y que fue descartada más por temprana que por otra cosa, el que con estas líneas castiga al personal completaba un entrenamiento que resultó más duro de lo que antes de calzar las zapas podía pensar: 95 minutos de rodaje progresivo, empezando suave y terminando a todo trapo, a 5'20" el kilómetro.

Esos últimos minutos de la sesión se me hicieron especialmente duros. Supongo que será la falta de costumbre. Sigo siendo un fenómeno en materia de trote cochinero, pero cuando se trata de apretar los dientes sale ese talento que en mí tanto brilla (por su ausencia, claro), el corazón lucha por abrirse paso a través de cualquier conducto que conecte con el exterior y las piernas se empeñan en protestar cada zancada un poquito más.

Resumiendo y por no cansar: sufrí mucho pero terminé con los deberes según lo previsto. Ahora vamos a ver qué secuelas me deja el entrenamiento, porque las sensaciones son las mismas que recién terminado un medio maratón. Empiezo a pensar que tal vez sería una buena inversión visitar algún fisio para uno de esos masajitos de descarga que tan bien dicen que van.

Por otro lado no consigo averiguar la fecha del medio maratón de Denia. El año pasado fue a finales de marzo, por lo que no sería raro que esa fuese una buena referencia. Mis miedos están en que no se retrase el tema ni un poquito, porque el 5 de abril tengo en la isla un compromiso ineludible (bodorrio por todo lo alto) y con ello los planes se irían de cabeza al garete. Si alguien tiene más capacidad de investigación de la que yo ando demostrando (algo no muy difícil, por otro lado) y se entera del asunto que me deje algo en el blog, en el correo electrónico, en el móvil, o haciendo señales de humo si es preciso. Lo agradeceré toda la vida.


martes, 22 de enero de 2008

A VUELTAS CON LA PISTA

Hasta ahora todo era muy bonito. Correr suponía descubrir nuevos caminos, atravesar bosques frondosos y tratar con fauna y flora autóctona, vacas incluídas, disfrutando tanto de cada zancada com del entorno natural escenario de todo este gozo. Correr me reconciliaba con lo mejor de la vida, con todo aquello que poseemos por el mero hecho de habitar el planeta, con todo aquello que no valoramos en su justa medida casi nunca. Era mi momento, el mejor tiempo que me podía dedicar a mí mismo, esos ratos en los que echaba la mente a volar y arreglaba el mundo entero, mientras perdía conciencia de estar encadenando zancada tras zancada sin el menor de los esfuerzos. Entonces apareció la tiranía del tartán.

Estoy siguiendo el plan de mi amigo Rodri con escrupulosa precisión. Bueno, mi condición de tortuga no me permite cumplir con los ritmos más fuertes de los rodajes progresivos. Cuando llevo una hora y media corriendo no soy capaz de hacerlo más rápido de 5'45" el kilómetro, aunque el plan diga misa. Supongo que el tiempo y la sabia naturaleza obrarán el milagro y adaptarán mi maltrecha anatomía a esas velocidades que ahora son de vértigo. Por ahora me conformo con acercarme.

La mayor parte del trabajo de calidad lo hago en la pista de atletismo municipal. Alrededor de la misma tenemos un caminito de tierra y hierba que solemos usar para calentar. Ahí traslado todo el trabajo que puedo, contando que el perímetro son casi 500 metros, para cuidar un poquito mis articulaciones. Pero ello no impide que el tartán sea mi nuevo compañero de fatigas cuando hay que medir bien medido lo que se corre. Siempre me quedará el rodaje largo (bueno, progresivo, como dice el Rodri). Ahí los caminos, el bosque, los prados y las vacas pastando volverán a ser mi mejor compañía.

miércoles, 16 de enero de 2008

DONDE DIJE DIGO, DIGO...PLAN


Pues este es el pájaro que me puso el otro día la mosca detrás de la oreja. Bien, este y el bueno del Neke (visitadlo en http://www.nekerun.es/, una verdadera delicia), que recibe a las visitas con ladrillazos sacados del runnersworld en lugar de con café y pastas.

Pues eso, el gran Neke propuso un debate-trampa en su página, al respecto de la necesidad de preparar un maratón con tiradas de más de 30 kilómetros. Para no cansaros resumo: los cánones clásicos defienden esos rodajes largos y la nueva escuela (sí, Rodrigo Gavela es el tipo enjuto del polo amarillo y la fabada, ex recordman español de maratón y coach de éxito) que defiende los rodajes de un máximo de 110 minutos porque a partir de ahí hay más destrucción muscular que beneficios físicos.

Yo preparé el primer maratón de 30 en 30 y al segundo fui muy cortito de kilómetros por circunstancias. El tiempo fue muy parecido, y el hostión contra el muro de la primera carrera no existió en la segunda. Por ello, y porque las razones aducidas por Rodri (es que ya es como un amiguete más de tanto leerle) y el hilo argumental colgado por el Neke en su blog resultaron de lo más convincentes, decidí hacerme con un plan de esos. Una vez imprimido (en http://www.runners.es/ no me pusieron traba alguna) toca seguirlo, y en eso estamos. Ya tiemblo con los 95 minutos progresivos del domingo, terminando a 5 pelaos (volarrrr...).

Ahora falta cerrar el calendario, que me lleva a mal traer. Por un lado los de Denia no dan señales de vida, se esconden o no sé yo dónde pescarles. Nadie sabe nada y todos piensan que para finales de marzo. Mapoma lo cierro esta semana seguro. El no haber nacido rico y tener que trabajar me obligaba casi seguro a descartar la machada de Ronda. Lo tenía clarito y hoy me leí los últimos post del foro CP.com al respecto. Claro, dientes largos y muchas ganas de ir...(aunque ahí, para 101 kilómetros por la serranía de Ronda no nos den los rodajitos de hora-veinte de nuestro amigo Gavela) ¡Siempre esta maldita incertidumbre!

viernes, 11 de enero de 2008

TOMAR ARRANCADA

Me está costando más de lo previsto cambiar el chip. Supongo que debo andar sumido en una crisis de estrés post-vacacional, seguramente por haber permitido que las vacaciones de navidad hayan sido todo menos unas vacaciones.

Siempre tuve un plan. Soy de los que rellenan folios y folios periodizando el entrenamiento, adaptándolo al tiempo disponible, cruzando trotes con pedaladas, metiendo largos de piscina con calzador y tratando tras múltiples refritos que la resultante quede bonita en un archivo del pc. Bueno, era.

Ahora no me apetece nada programarme las cosas. Tampoco sufro por apuntar los kilómetros del día, las pulsaciones y el desgaste de las zapatillas. Me van a cancelar la cuenta del Running-Ahead por desuso.

Ahora simplemente entreno un poquito todos los días, alternando entrenamientos más duros con días suaves, corriendo cómodo todas las sesiones menos dos, la de velocidad y el rodaje largo, sin que ni la primera sea agónica ni el segundo interminable. Procuro añadir dos días de bici a esa semanita y tres chapuzones de unos 2000 metros totales cada uno. De este modo pongo el piloto automático y no me preocupo por sumar los kilómetros de la semana (no sé si son 35 o 50) ni nada que se le parezca.

Me sorprende porque esto es algo nuevo para mí, ahora que por primera vez en mi vida tengo el reto de terminar una carrera en un tiempo concreto, que es para lo que se diseñan los planes de entrenamiento. El objetivo es ambicioso para un tortuga militante como yo, porque nunca he competido por debajo de 6 minutos el kilómetro, y en menos de 3 meses debo ser capaz de correr 21 kilómetros a 5'30". Sin dejar de pensar en el maratón de primavera (99% MAPOMA) y sin plan.

martes, 8 de enero de 2008

REAPARICIÓN


Tras varias semanas en precario, ayer recuperé la conexión a internet. Supongo que las fiestas ralentizaron las tareas en telefónica, y el técnico no pudo aparecer antes. Es lo que pasa.

No han sido unas grandes navidades porque no hemos salido de la isla y encima ha tocado currar de lo lindo, en el trabajo y en casa, cargando muebles y cajas todos los días (es lo que tiene cuando quieres ahorrarte lo de la empresa de mudanzas). Ahora sólo queda esperar a que el arquitecto y el constructor se pongan de acuerdo y empiecen con todo el tinglado.

En medio de todo esto, unos pocos entrenamientos de relleno, la decepcionante San Silvestre y esa batalla librada contra los pantagruélicos ágapes navideños a los que todos nos enfrentamos año tras año. Al menos he conseguido controlar el dulce, y la pérdida de peso ha podido quedar en una "no ganancia" con la que me doy por más que satisfecho.

Ahora me queda encontrar un rato para pasarme por todos los chiringuitos de mis amiguetes y ponerme un poco al día, que ando desconectado de casi todo. Después tengo que reorganizar mis entrenamientos y terminar de sentar las bases del calendario de carreras de 2008, donde lo único seguro es que (si los dioses son propicios) correré en Denia a finales de marzo y el Titán en octubre. Al menos un maratón (posiblemente Madrid) y los 101 deberían entrar en esa lista de retos, siempre a por el finisher, siempre despacito y disfrutando del camino.

miércoles, 2 de enero de 2008

SIGO VIVO: SANT SILVESTRE DE MENORCA 2007


Lo primero es lo primero. Feliz dosmilocho a todos. Ando aún sin puerta propia a este ciberespacio y con poco tiempo para buscarme las habichuelas por ahí. En cuanto recupere la normalidad me pongo al día de todo lo que se cuece por esta blogosfera nuestra que empiezo ya a echar de menos.

En estas que nos presentamos el 31 en la línea de salida de la San Silvestre local. Por razones familiares que si vinieran al caso vendrían, Barcelona no estuvo entre nuestros destinos vacacionales estas navidades. Obras obligan, y tuvimos que quedarnos en casita (o lo que queda de ella) para precisamente terminarla de vaciar y completar el traslado temporal, esa diáspora que nos ha llevado finalmente de okupas a casa de los suegros, y eso que no venía al caso.

Bien, en la San Silvestre estaba. Acudí con unos amiguetes debutantes, a los que llevaba convenientemente engañados. No, al que engañaron en realidad fue a mí, porque íbamos a montar un gran autobús en cola del pelotón y se descuelga la organización (en contra de lo que me habían jurado y perjurado) con que nada, que primero las chicas como en los naufragios, y que mis mozas, debutantes ellas, o solas ante el peligro o nada. Total, para 8 chicas que eran (4 de ellas tenían billete en nuestro autobús), montan una carrera y claro, salida en estampida y mis muchachas casi revientan en la primera cuesta.

Indignado corro la carrera masculina. El autobús queda gripado de salida. Ya nadie atiende a razones ni yo las pienso dar. Al final me queda Nando como siempre. Es poco menos que un hermano para mí, y era su primera carrera. También estaba molesto porque le había prometido un viajecito de placer y andaba echando el bofe. Corrí con él toda la carrera. Llegamos cogidos por los hombros, él penúltimo y yo, como el año pasado, sin nadie por detrás. No hubo autobús, pero me dí el gustazo de correr la primera carrera de la vida de Nando. Y eso vale todas las marcas del mundo.


Nada, tú, que feliz año a todos, decía. Hasta que pueda volverme a conectar.