Mostrando entradas con la etiqueta Slowpepe goes TRI. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Slowpepe goes TRI. Mostrar todas las entradas

viernes, 8 de mayo de 2009

A VER SI ES VERDAD


Más que nada porque la colaboración familiar se me antoja un requisito absolutamente imprescindible ahora mismo. Vale, no hablamos del Ironman, pero el Titán y sobretodo su preparación tienen cosas con un aire muy de animalada hawaiana, la Larga Distancia en estado puro, endurecida por el perfil cabrón tanto del tramo ciclista como del circuito de carrera a pie.

Sigo entrenando a salto de mata. Ahora un poquito más, sobretodo corriendo, que es lo que menos me exige. La bici está un poco olvidada (hasta mañana, que saldré seguro) y la natación no me preocupa en exceso. Otro punto a favor reside en los 2 kilos que he bajado esta semana. Me he portado bien y han caído ya esos 2 de los 20 que me sobran (por lo menos). ¿El truco? Desayunar bien, controlar las raciones y eliminar los carbohidratos de la cena. Mano de santo.

Siempre anduve muy limitado desde el punto de vista del rendimiento deportivo por los kilos de más. Ese peso extra podría considerarse herencia de mis tiempos jugando a fútbol americano, cuando más grande significaba más fuerte y más fuerte significaba mejor. Eso por un lado, claro. Por otro lado está mi aficion a la buena (y repleta) mesa, y el tercer punto de apoyo de mis problemas con el peso anda oculto tras mi hipotiroidismo crónico, herencia familiar (a falta de tierras y alhajas) que ralentiza hasta límites insospechados mi metabolismo y colabora en que cada mendrugo de pan que acceda a mi sistema digestivo me resulte de un provecho increíble. Quemo calorías al paso de una tortuga centenaria, algo que resulta tanto una dificultad como un acicate para superar el problema.

Lo siguiente fue acomodarme a la situación: no puedo ser rápido, vale. Entonces, antes de no ser nada, soy lento. Y esa lentitud no me impide seguir adelante, sólo retrasa mi llegada a meta. Y como soy optimista por naturaleza giro la tortilla y convierto la dificultad en virtud: mi rodaje dura más, o sea que disfruto del paisaje durante más tiempo. Con esa filosofía me enganché al deporte, y especialmente a las carreras populares de todas las distancias, de las que ya han caído unas cuantas. Y ahora el triatlón, deporte que me divierte en sobremanera pero termina resultando mucho más exigente desde el punto de vista de cierres de control. Y a la meta del Titán hay que llegar en menos de 8 horas. No, si llegar no es el problema, sino hacerlo rápido. Veremos.

Mucha salud y SBR

domingo, 30 de noviembre de 2008

SE BUSCA TIEMPO, RAZÓN AQUÍ


No hay forma de arrancar. Entre el tormentoso otoño que nos estamos llevando al gaznate y mi nueva condición de abnegado papi voy a terminar por cubrir de telarañas las asics y el forerunner. La climatología es adversa a más no poder, lloviendo con fuerte viento un día sí y otro también. En esas condiciones resulta demasiado valiente eso del deporte al aire libre. La cinta de correr está todavía en casa ajena, esperando su repatriación, y si no cambian pronto las cosas no tendré más remedio que repescar esos rodajes a cubierto frente al televisor.

Al condicionante de la paternidad hay que considerarlo en renglón aparte. El bicho en cuestión no anda más allá de los 21 días de permanencia visible entre nosotros, pero reclama nuestra atención las 24 horas del día. El retorno paterno a las obligaciones laborales puso en Mayte la mayor carga de trabajo al respecto, y cuando aparezco en casa no tengo valor para objetar de mis tareas domésticas en favor de un poquito de tiempo para, por ejemplo, salir a correr. El resultado es el que es, y semana tras semana se va posponiendo el inicio del plan para maratón. Esto es ya como las dietas, el lunes empiezo, y mañana es lunes.

Desde que apareció Carlota he salido a correr 3 veces (en 3 semanas, un promedio arrollador), he nadado 750 metros y si vale como entrenamiento, un día hinché las ruedas de la bici de carretera. Lo del nadar fue por ver, básicamente, si puedo recorrer esa distancia sin ahogarme, porque el 21 de diciembre montan por aquí un triatlón distancia sprint (modificada, con 30km de bici y 6 corriendo) y tenía mis serias dudas. Me costó una eternidad pero no tuve que usar los manguitos hinchables de mi sobrino, que ya es un punto.

A ver si mañana puedo correr un ratito y contarlo después.

Salud y buenos rodajes a todos.

miércoles, 11 de junio de 2008

STILL ALIVE (vivito y coleando...)


Miro el blog y veo que la útima entrada tiene ya 10 días de antigüedad. Y fue un vídeo. Hace ya más de 2 semanas que no me siento a bloguear en condiciones. Ni escribo ni leo, por falta de tiempo ahora o de ganas luego. Hoy sí. Ahí va:

Después de superar el bajón propiciado por ese sustillo de la arritmia empecé a pensarme lo de la bici. Aún no me he inscrito en el Titán (miento, sí me he inscrito pero no he pagado, y supongo que hasta que no se suelta la plata no le ponen a uno en los listados de starters). El trámite lo tendré que hacer casi ya, porque las plazas son muy limitadas y mis amiguetes ya están con todos los papeles en regla.

Bueno, estaba mirándome lo de la bici. Salir, salía, con saludable frecuencia, pero no basta. Hay que convertirse en un ciclista medianito por lo menos, para poder plantearse terminar. Eso me lleva la semana pasada a meterle 5 días de entrenamiento serio, casi 320 kilómetros que me dejaron el culo resentido y las piernas para no salir a correr en un mes.

Esta semana ando peleándome con el tiempo. El verano no termina de llegar por estos lares, y los últimos coletazos de la primavera se parecen al más frío y lluvioso de los otoños. Y así apetece menos. Aún con todo he conseguido meterle al tema una salida ya, y si junto tres llegando al domingo me voy a dar con un canto en los dientes (y esto no es literal, claro).

El sábado, si todo sale bien, zapas y chip (novedad en Menorca) para la carrera de la Fortaleza de la Mola. Es la carrera más bonita que he corrido en la isla, una de esas que uno se hace cada año si las lesiones no disponen otra cosa. Serán casi 8 kilómetros por las entrañas de la fortaleza, sus almenas y torreones, subiendo a la atalaya de los cañones desde donde la vista sobre el Mediterráneo quita todas las penas y bajando por el sendero que muere en el patio principal donde está la línea de meta. Prometo fotos si la tecnología me respeta.

domingo, 24 de febrero de 2008

SEMANITA DE CLAROSCUROS


Ando un poco vaguete con el blog. Podría poner unas cuantas excusas que justificasen lo poco que actualizo la página últimamente, pero no lo haré. Si uno busca el tiempo para hacerlo lo encuentra de un modo u otro. Más que un problema de pocas cosas que contar es un asunto de pocas ganas de escribir. Va como va.

Dice el título de esta entrada que ando cerrando una semanita de claroscuros. Seguramente fui generoso, porque todo ha sido más oscuro que otra cosa. Hice el jueves (o por lo menos me lo propuse) un test para ver cómo andaba de cara a la media de Denia del 30 de marzo. Pretendía hacer 10 kilómetros a 5'30" cada mil. No series, así seguidito. La cosa quedó de este modo:

km 1: 5'26"
km 2: 5'31"
km 3: 5'29"
km 4: 5'33"
km 5: 5'27"
km 6: Reventón y a caminar...

Pues eso: rotundo fracaso. No estoy para esos ritmos ni corriendo delante de un toro. Después de recuperar, y más por rabia de paquete que por completar la sesión, aproveché la pista de atletismo para hacer 4x400 por debajo de 1'50" recuperando 1'. Ya sé, era correr por correr, pero mi esperanza estaba ya en no haber tirado el día.

Junto con más rodajes intrascendentes, la semana terminó ayer sustituyendo el progresivo largo por un triatlón sprint que organizaban mis amigos (los triatletas, claro). Ahí tuve buenas sensaciones en todos los segmentos excepto en la bici, porque el pelotón que me tocó (cosas de salir del agua en ese momento) me llevó a 30 de media y no estoy yo para esas alegrías. Luego en la carrera me estiré un poco más allá de los 5 kilómetros del reglamento para acompañar a los últimos mientras enfriaba. De todos modos, como siempre, lo pasé en grande. Esto del triatlón es muy divertido, y lo recomiendo a todos.

Esta semana que empieza voy a trabajar al límite de lo que mi maltrecha anatomía sea capaz de asimiliar. Si no cumplo en Denia con los objetivos quiero que sea porque no haya más cera que la que arde, y no por no haberlo intentado. Siempre me quedará haber disfrutado del camino.

Mucha salud a todos.

lunes, 19 de noviembre de 2007

TRES VECES DIVERTIDO

Si en sentido estricto un triatlón consiste en encadenar tres segmentos en los que se nada, se monta en bici y se corre por este orden, entonces el domingo fue mi debut en la especialidad. Si hay que pasar de una prueba a otra cagando leches y tratar de llegar cuanto antes a la meta muriendo por la mejor marca posible, entonces tengo mis dudas.

Nos plantamos unos cuantos amiguetes en el muelle de Es Grau poco después de las diez de la mañana. Ni el frío ni las medusas pudieron con los ánimos, y enfundados en nuestra respectiva piel de foca (en la que me embutí no sin cierto esfuerzo y retención respiratoria) nos lanzamos al agua sin manguitos para chapotear por espacio de lo que debían ser 1500 metros (lo que sale a nuestra espalda en la foto, pues ida y vuelta) y francamente no creo que llegase a tanto.

Los valientes justo antes de nadar

Al entrar en el agua sentí como mis pulmones se hacía pequeñiiiiiitos y me costaba mucho respirar. El agobio duró unos doscientos metros. Más allá me concentré en nadar relajado, sin perder de vista la referencia en la costa y la compañía submarina en forma de tranquilas medusitas. Fue empezar a sentirme bien y darme cuenta de que un par de amigos iban mal atrás. Total, como los de delante nadaban ajenos a ello, me quedé con Ángel y Pedro por si las moscas, y terminamos los tres el segmento de natación en la cola del pelotón.
Aquí descubrí el verdadero carácter del triatlón de paquetes: Todos nos esperaban en la transición, cambiándose con la calma para afrontar los casi 44 kilómetros en bici.

Empezando el segmento ciclista
Empezamos el sector ciclista tranquilitos. Cuando subimos un poco el ritmo, Pedro acusa el no contar con una montura en condiciones y se empieza a quedar. Sabiendo que en poquitos kilómetros empiezan las cuestas le esperamos y seguimos todos juntos. Por delante, Carlos pincha la rueda de atrás. Lleva cámara de repuesto pero no bomba para hinchar. Al darle alcance paramos a echarle una mano. Resolvemos el problemilla y seguimos todos juntos. Con el paso de los kilómetros el grupo se estira. Llegamos de vuelta a Es Grau en un largo goteo de paquetes en bici. Cambiamos el calzado, nos hacemos la foto de salida y empezamos a correr.
Justo antes de empezar a correr
El segmento de carrera lo convertimos en un dulce trote por los bosques del parque natural de la Albufera d'Es Grau volviendo por la playa. Mis obligaciones familiares me llevan a correr media vuelta menos que los demás, por lo que sin que sirva de precedente, llego destacado a la meta y no con el pelotón de cola (a los que luego espero para sacarles la foto de llegada, segundos antes de salir escopeteado con mi santa hacia el aeropuerto a recoger a suegro y cuñado)


Llegando a la meta. Fotos cortesía de mi Santa
Insisto, no sé si hice un triatlón o cualquier otra cosa, pero sí que me divertí mucho, me cansé bastante y disfruté demasiado como para no repetirlo a la primera oportunidad que se presente.

sábado, 10 de noviembre de 2007

PELOTON

El próximo domingo, en 8 días de nada, organizamos con unos amiguetes lo que llamamos un "Triatlón de paquetes". La propuesta estaba en 1500-42-10, algo parecido a la distancia olímpica, pero el refunfuñar de los más ciclistas del lugar dejó el tramo de carrera a pie en 5 kilometrillos.

Lo de los 1500 en el medio acuático tiene de dificultad el conseguir embutirme en el neopreno de buzo de los avernos que me han prestado. Una vez dentro no habrá medusa que se me resista. La distancia la estoy nadando ya bien en la piscina, y dice mi amigo Pavel, un triatleta con ranking (a saber lo que será eso...) que nadar con el traje está poco menos que chupado porque flotas más.

Correr 5 kilómetros, a ritmo de elefante de la sabana (léase sa-bá-na, y no aquello que se me pega todas las mañanas que toca currar), no va a ser un problema mayor. Lo jorobado será la bici, porque el perfil es cabrón, al menos en sus primeros 20 kilómetros, justo al dejar la playa.

Por eso salí esta mañana a lomos de la flaca, con más pinta de globero con aspiraciones que otra cosa, y escuchando el chirrido de al menos una de mis rodillas, salí a comerme unos cuantos kilómetros. A la media horita larga de suave pedaleo, cuando más ensimismado estaba disfrutando del paisaje, me cruzo con toda la tropa de la Asociació Cicloturista de Menorca, que viene en sentido contrario. Ahí algún amiguete me reconoce (lo dicho, mi pinta no deja lugar a dudas) y me grita algo así como "Maricóoooooon, cruza y venteeeeee!!!" (grito más cercano esa confianza que da asco que a la homofobia). Les hago como que no les veo, y cuando no tengo más remedio que contestar afirmo que ando con molestias y no quiero ser un engorro para ellos. Insisten todo el tiempo que va desde que nos vemos de cara hasta que pierdo de vista sus traseros. Entonces me sabe mal, cruzo la carretera y voy tras ellos.

Maaaal, Pepe, mal. Tienes a un pelotón de tipos con los huevos pelados de andar en bici rodando con viento en contra y ¿piensas atraparles?. Bueno, confiaba en que alguno giraría la cabeza. Nones. Les pierdo de vista. De todos modos sé adónde van. Terminarán en Fornells, tomando un café. Me voy para allá, llego tarde de narices pero con tiempo para sentarme dos minutitos con todos ellos. Les digo que hice 25 o 30 kilómetros en sentido contrario desde que nos cruzamos y luego fui a por ellos. Risas.

Termina el cafetito y salimos todos en pelotón. Ruedo con ellos hasta el cruce de la carretera de Maó. Es una delicia. Una veintena larga de ciclistas rodamos a 32-35 km/h sin apenas esfuerzo, charlando de dos en dos o de tres en tres. Se me hace cortísimo. La próxima vez doy la vuelta al verlos y me voy con ellos. Rodar en pelotón es otra historia.

miércoles, 24 de octubre de 2007

LO QUE VIENE AHORA

El segundo maratón ya está embutido en la saca. Ni evacuando consulta a la sección más optimista del oráculo atlético podía pasar ni cerquita de mi maltrecha materia gris la idea de completar las dos carreras de octubre de un modo tan exitoso. Vaya pues por adelantado aquello que dice siempre el denostado ocupante del trono de este reino, que "me llena de orgullo y satisfacción" el modo en el que ha concluído todo esto.

No sé si es exacta la máxima de que el asfalto nos da sólo aquello que merecemos. Yo tomé el domingo pasado el desvío del maratón sabiendo que iba a ser al de arriba rogando, porque con el mazo no había estado dando demasiado últimamente. Salió cara, posiblemente por la alineación correcta de varios planetas y alguna estrella, pero podía haber sido cruz. Cuando el aquiles, tras haber estado mes y medio sin decir esta boca es mía, en el 30 protestó y de qué manera, las gónadas se me pusieron por corbata. Pocos segundos después el muy cabrito como si nada. El susto se repitió más tarde. Igual, pinchazo y si te he visto no me acuerdo. Hasta la meta tan pancho.

Ahora, en el despejado horizonte empiezo a ver lo que viene. Para empezar, por varias razones que evaluaremos más adelante y de un modo serio me paso al TRI. Bueno, por un lado ya contaba con la bici y la piscina entre los mejores amigos de mis zapas, pero ahora ambas entran de lleno en mi plan de entrenamiento. No dejo de correr: estoy enfermo de esto, pero ya no nado y monto en bici como complemento sino que voy a entrenar estos dos deportes.

De un modo más inmediato, y si no contamos con Sansilvestres y parecidos, debo por este orden bajar de peso (ahí el multideporte ayuda lo suyo) y trabajar la calidad (con todas las cautelas del mundo). ¿Para qué? Para bajar el primer semestre de 2008 (estamos pendientes de calendario) de 2 horas en medio maratón. Estamos organizando un autobús para Getafe, Barcelona o Denia (u otra carrera sin muchas cuestas) y parece que somos unos cuantos que vamos a comprar el billete de ese autobús. Ese es, pues, el objetivo más inmediato.

Después tengo dos maratones marcados en el calendario de primavera, de los que sólo voy a correr (claro) uno: MARASEVI o MAPOMA. Barcelona es la tercera vía por si me falla la infraestructura.

Tras eso mi ilusión está en la serranía de Ronda en Mayo. Esos 101km en 24 horas que organiza la legión hace tiempo que me tienen robado el corazón. Y tengo una apuesta con mi suegro al respecto de acabar esa prueba. Puede que viva de ilusiones, y puede que no, porque estoy de un cabezón...

Por cierto, la organización del TUI me da 5:07 oficial. Ale, un minutito menos. Salud.