domingo, 20 de diciembre de 2009

SURFEANDO LA OLA FRÍA

Cuando en España se habla de mal tiempo yo suelo entender mucho frío en la parte más interior de la península y viento en el norte de Cataluña y Baleares. Ese viento suele ser de componente norte, un viento potente y frío. Menorca es la isla más al norte del archipiélago balear. Yo vivo en el norte de esa isla, y hasta hoy llevábamos una semana azotados por el temporal de lluvia y viento, con mucho frío. Cuando el tiempo está así de rebelde, lo que a uno menos le apetece es salir a practicar deporte al aire libre, claro.

El gimnasio me salvó la semanita de lunes a viernes. Por un lado en la piscina empiezo a notar pequeñísimas mejoras en mis sensaciones, aunque los tiempos aún no se han visto afectados por el volumen de trabajo ya realizado. Me conformo con nadar más a gusto, de momento, y lo de mejorar la velocidad supongo que llegará con el tiempo.

Las bicicletas estáticas cumplieron su cometido también esta semana. Hasta el sábado, los volúmenes de ciclismo no son demasiado altos en el plan, porque el mismo está pensado para gente que por sus obligaciones laborales no dispone de demasiado tiempo entre semana para entrenar. El sábado me tocaban 2 horas y media de rodaje pero el día salió con muchísimo viento y lluvia. Me propuse cambiarlo por una sesión sobre la bici de spinning, pero ahí no aguanté más de una hora, por lo que la tirada larga quedó en proyecto.

Hoy domingo corrí un cross en Sant Lluís. Con un frío de mil demonios tuve el honroso deber de cerrar la clasificación. Las inclemencias meteorológicas asustaron a casi todo el pelotón de cola que se quedó en casita junto al radiador. Tan sólo dos chicas fueron todo el tiempo por detrás de mí, pero ellas daban una vuelta menos al circuito por lo que el último en pasar por meta fue un servidor (cosas de correr federado cuando, probablemente, no debiera haberlo hecho nunca).

Al terminar el cross (durante el cual padecimos no sólo un cortante frío sino también una fina lluvia) salió el sol. Después de colaborar en la recogida de la cinta que marcaba el circuito (cosas de que fuese mi club el que organizaba la carrera) marché a casa a comer. Tal y como finalmente quedó el día, con sol y sin viento, no esperé ni a hacer la digestión: me volví a vestir de romano y salí con la bici a por 40 kilometrillos de prácticas. Y digo prácticas porque sigo aprendiendo a montar con el nuevo manillar.

Lo de los acoples lo llevo más o menos bien. Ya conduzco bastante recto y la posición me resulta relativamente cómoda de cintura para arriba, sin molestias durante ni después a nivel de hombros y espalda. Lo del culo es otro cantar. No estoy nada cómodo con la nueva posición sobre el sillín. No lo adelanté porque monté una potencia más cortita, pero sí lo incliné un poquito hacia delante. Aún así, mis partes nobles siguen padeciendo demasiado cada vez que me tiro sobre esos cuernos intentando convertirme en triatleta. No sé si el tema está tanto en la posición del sillín, en el tipo de sillín o en la falta de costumbre. Si no termino de hacerme con el tema me pensaré el instalar un sillín de triatlón, algo más largo y reforzado en su parte delantera.

Por lo demás, he rodado muy a gustito. Algo cansado por el cross de la mañana pero contento por poderme subir de nuevo a la bici después de una semana, sobretodo porque con las vacaciones viajamos a Barcelona y ahí sólo voy a poder salir a correr (aunque me llevo bañador, gorro y gafotas por si encuentro una piscina donde me acepten sin ser socio, previo pago de la correspondiente entrada puntual, claro). El martes volamos. A ver si puedo dejar algo aquí antes de desaparecer. Hasta entonces...

...mucha salud a todos!

PS. Lo de Pamela en bici con la pachorra y el latte de Starbucks en la mano es toda una metáfora de lo que no pude hacer esta puñetera semana: montar en bici en condiciones.
Por cierto, lo de doblar no debe ser muy bueno porque tengo las piernas más tostadas que la pipa de Toro Sentado. Ale, más salud.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

GOT MORE MOTIVATION? (MATT HOOVER EN HAWAII)

Conocía la histora de Matt Hoover, ganador de la (creo) segunda edición del reality "America's Biggest Looser", un Gran Hermano para gordos en el que el que más perdía ganaba. Hubo cierta polémica por como consiguió su plaza en el Campeonato del Mundo distancia Ironman (marca registrada) y no entró dentro del corte por poco más de 3 minutos. Aún así, su historia es la mejor prueba del tan americano "if there's a will, there's a way".

Gracias al amigo CoRRoeNCoRVaDo por el toque. Lo que no sabía es que este vídeo estaba en Youtube.

Salud!

GOT MOTIVATION?

lunes, 14 de diciembre de 2009

CARRERA DE LA BASE NAVAL. LOS ACOPLES.


(Foto cortesía de Rossi Kruger) Empezando por el final y con el retraso propio de la escasez de tiempo, derivada de mi dedicación este fin de semana al noble arte del anfitrionaje, el sábado corrimos una edición más (sobretodo para la mayoría, que para mí era la primera) de la carrera popular de la base naval.

Yo creía que la base era fundamentalmente el conjunto del muelle militar y edificios colindantes, pero no. Resulta que el monte que se eleva tras las últimas dependencias de la Armada tiene un camino con una cuesta interminable que formaba parte por dos veces (cosas de los circuitos con vueltas) del recorrido de la carrera. Fue como digo una mañana durilla, pero el buen ambiente, la bondad meteorológica, las ganas de colgarnos un dorsal y el aperitivo final ofrecido por nuestros anfitriones militares (sobretodo) dejan para el recuerdo muchas ganas de repetir el año que viene.

Deportivamente fue una ruína, como siempre. Bueno, mis sensaciones fueron más que aceptables, hasta podría decir que me divertí corriendo, pero se conoce que todos los demás están a años luz, porque no hay manera (ni mucha intención, la verdad) de abandonar la cola del pelotón ya sea cuesta arriba, cuesta abajo o llanito. Como muestra un botón: valientemente tomó la salida con nosotros un marchador (bueno, eso sí). Bien, terminé esprintándole en meta. Si no apretamos todos los de la foto nos pasa. En fin, es lo que hay.



En otro orden de cosas, el viernes estrené los acoples en la bici. Compré en Esportíssim, tienda especializada de Barcelona en la que el trato fue exquisito, los Profile Carbon Strike, como los de la foto. A falta de subir imágenes de mi propia bicicleta, debo decir que los míos están un poquito más cerrados y la cazoleta reposabrazos (seguro que ese no es su nombre pero...) tiene un muelle que la levanta cuando no la uso. De este modo dispongo de todo el espacio en el manillar para poner las manos cuando no voy acoplado. Para adaptar la geometría de la bicicleta al nuevo punto de agarre en los acoples, en lugar de adelantar el sillín cambié la potencia (que es la pieza que va del cuadro de la bicicleta al manillar) por otra 2 cm más corta. De este modo no cambia la relación entre mi centro de gravedad y el eje del pedalier (eso me dijeron) ni tampoco el modo en que mis piernas transfieren la fuerza a los pedales, pero sí estoy algo más adelantado en relación al manillar (de hecho es éste el que está ahora más retrasado) y la posición aunque sea muy nueva para mí no me resulta demasiado incómoda.

Eso, que el viernes los probé. Parecía un borrachín en bicicleta, incapaz de mantener la dirección recta, a riesgo de terminar fuera del arcén sobre la vegetación que acompaña a la carretera. Salí con Ángel, y por fortuna él es mucho más sensato que yo y en poco tiempo alcanzamos el desvío de la carretera que de Favàritx. Esa carretera termina en un faro y está muy poco transitada por estas fechas. Además hay un par de rectas muy largas y asfalto casi nuevo, por lo que era el terreno ideal para acoplarse y rodar probando el material. Según Ángel todo fue sorprendentemente bien. Hasta me dijo que tenía buena pinta y, como amigo, sé que dijo la verdad porque lo contrario no me ayudaría lo más mínimo. Su única observación hizo referencia a la pérdida de "redondez" de mi pedaleo. Según él, el pedaleo es redondo cuando se aprovecha no sólo la fuerza del pie que baja sino también la del pie que sube. Me ha costado bastante aprender a hacerlo sin acoples. Por lo visto ese aprendizaje poco consolidado se olvida cuando tengo que estar pendiente de agarrarme a dos palos que salen del centro del manillar. Imagino que la práctica terminará por resolver el problema.

Pensaba que al día siguiente mi espalda iba a recordarme que lo de los acoples no es para novatos pero me equivoqué: ninguna molestia. Incluso debo añadir que la salida en bici fue el viernes por la tarde y el sábado por la mañana corrí la carrera de la base, tan feliz. Eso sí, parece claro que hacer kilómetros con el nuevo material es imprescindible para poder usarlo con garantías ya no sólo en el IM de Frankfurt sino incluso en el Half de Calella que correremos en mayo.

Hasta entonces queda mucho entrenamiento.

Salud!

jueves, 10 de diciembre de 2009

CORRIENDO


Hoy cuelgo una foto del último medio maratón local, entrando con Carlota en meta. Una parecida (no ésta) subí hace un tiempo

Decir que correr se me da bien es faltar gravemente a la verdad. Con semejantes condiciones (por eso cuelgo una foto actual, a título ilustrativo) más podría defender un pasado en la Liga Nacional (de aquí) de Fútbol Americano, que lo hubo, que una vida dedicada a correr desde hace algunos (aunque no demasiados) años ya.

Hoy tocaba correr, 60 minutos en una zona aeróbica confortable según el sr. Polar. Quedé con Juanki en la pista municipal, que tiene un perímetro amplio de hierba bajita que se lleva muy bien con mis articulaciones. Las vueltas no son de más de 500 metros, pero cambiando de sentido cada 15 minutos, con el sol y la buena temperatura que teníamos hoy y la entretenida conversación, el rodaje fue fantástico. Juanki es de los pocos atletas de 4'30"/km capaces de adaptarse a mi ritmo y correr sin acelerarme. Normalmente es así, aunque hoy, sabiendo que íbamos a coincidir durante media horita, me exprimí un poquito más de la cuenta al punto de que mi colega me preguntó en más de una ocasión si iba bien (por lo poco hablador que me había vuelto). Al quedarme sólo, con 30 minutillos por delante he reducido el ritmo (necesitaba ese respiro) para luego ir aumentándolo poquito a poco hasta llegar a mis pulsaciones objetivo sin pasar para nada (145 ppm, para los aficionados a la ciencia). Entonces se ha producido el milagro de los panes y los peces pero en versión trotona: maravillosas sensaciones han aparecido como de la nada. Corría sin apenas esfuerzo, como flotando sobre la hierba, percibiendo cada pisada mientras disfrutaba del sol en mi cara y la suave brisa de la mañana menorquina. Sé que es una cursilada como un templo, pero sólo así puedo describir esa rara conexión con el correr que viví esta mañana, algo que pasa muy pocas veces (al menos a mí) y que me reconcilia con esto del sudar al aire libre.

Sigo siendo un corredor de pacotilla, pero en ocasiones hasta pienso que completar un entrenamiento puede ser lo mejor que me vaya a pasar en todo el día (hasta que llego a casa y mi hija me da uno de sus abrazos y el mejor beso de los que acaba de aprender a dar).

Mañana hablo de los acoples. Hasta entonces, mucha salud.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

TRANSICIÓN

Me cuentan que el triatlón no son sólo 3 segmentos (natación, ciclismo y carrera a pie) sino también algo llamado T1 y T2 que, lejos de referirse a terminales aeroportuarias son nombres que identifican al espacio de tiempo que transcurre desde que se sale del agua hasta que se empieza a pedalear (T1) o desde que uno se baja de la bici hasta que empieza a correr (T2). Incluso ambos lapsos temporales, en triatlón, se cronometran y llegan a aparecer referencias de la marca lograda en cada transición en los resúmenes numéricos que la organización ofrece a los triatletas al final de cada prueba en concreto.

Cuando mi Coach dijo que las transiciones se deben entrenar pensé inmediatamente que debía planificar sesiones en las que aprendiera a quitarme un neopreno que aún no tengo, secarme bien las partes nobles y vestirme de romano para montar en bici o empezar a correr lo más rápidamente posible. Pero no, el Coach se refería a entrenar la adaptación muscular y articular entre un tipo de trabajo y otro, fundamentalmente entre la bicicleta y la carrera a pie, que por lo visto se parecen menos de lo que uno podía pensar.

EL PLAN me obliga a realizar dos tipos de trabajo de transición. Uno los miércoles (entre semana los volúmenes de trabajo son casi de funcionario, de lo más llevadero) trabajando hasta una hora sobre la bici y unos 20 minutos corriendo inmediatamente después. La otra transición, que me da que no va a ser tan sencilla, supone salir a correr (no mucho, empezando por 20 minutos con un máximo de 1 hora) después de la tirada larga de bicicleta. Ahí sí se notará un poco más eso de que las piernas no van para empezar a trotar.

Hoy el tema quedó en un chapuzón de duración indeterminada en la piscina (el Coach lo llama "técnica"), 30 minutos de bici estática alegre (con resistencia) y 20 minutos largos de carrera inmediatamente después. Y sí, las piernas no iban demasiado al empezar la última parte de la sesión. Bueno, no es que de normal vayan demasiado, pero no suelo parecer un pato mareado hasta que no llevo unos kilómetros en las zapatillas. Eso sí, fue la mar de divertido: cuando estaba a punto de cansarme de la bici ya me tocaba correr. Esto del Tri es muy entrentenido.

Salud!

martes, 8 de diciembre de 2009

Preparados..., listos..., ¡ya! Camino a Frankfurt

Esto ha empezado ya. Llevo varias semanas, puede que incluso meses, preparándome para comenzar, y el lunes pasado (ayer para el que esto escribe)
inicié la cuenta de 30 semanas justas, la última de las cuales va a transcurrir en buena parte por tierras germanas. Esas 30 semanas es lo que dura mi plan de entrenamiento, que se inició con mal pie para no perder la costumbre.

De puente por Barcelona y si poder salir en bici, el lunes salí a correr sin que fuese lo que el plan decía. Fue poco más de una horita, a ritmos controlados y disfrutando del rodaje propio de las 10 primeras semanas de construcción de base aeróbica. Hoy martes tocaba correr pero tan pronto como aterricé por casa me vestí de romano, monté en la bici e hice una salidita de poquito más de 50km en dos horas peladas, lo que contando fácil da una media de 25km/h. Para entender lo de las medias que voy a sacar no sólo hay que saber un poquito de ciclismo, sino también ayuda conocer la isla en la que vivo, que para mí que era mucho más grande siglos atrás y alguien se ocupó de arrugarla para que cupiese en su sitio, dejando cuestas por todas partes y lo que ello significa para montar en bici.

Así pues, por necesidades del guión, en las primeras dos sesiones ya he hecho de mi capa un sayo colocando entrenamientos que no tocaban en lugar de los que sí tocaban pero no podía hacer. Al final supongo que, como dice un colega, lo importante es nadar mucho, pedalear mucho y correr mucho, llegando sano a la salida, por lo que espero que en este caso el orden de los factores no altere demasiado el producto.

Mañana me toca una cosa llamada transición. Es algo así como enseñar al cuerpo a correr después de una sesión de ciclismo. Poco volumen todavía, porque estoy empezando, pero ya se va pareciendo esto a lo que hacen los triatletas serios. Cuando lo haga ya contaré.

PS. He tenido el blog bastante abandonado estos últimos meses. He dejado sin contestar algún comentario, razón por la que me disculpo añadiendo que todos los he leído y por todos doy las gracias. En adelante trataré de encontrar más tiempo para la página y, sobretodo, para interactuar con aquellos que la visitan que, a fin de cuentas, es lo que más me enriquece en todos los aspectos (menos en el económico, claro, pero es que no se puede tener todo).

Salud a todos.