Bob Ray, de Baltimore (en Estados Unidos) empezó a correr el 4 de abril de 1967. Decidió que correría cada día, y mantuvo su reto durante 38 años, rodando un mínimo diario de 4 millas (aunque nunca rodó menos de 9 los primeros 30 años), hasta que en el año 2005, al alcanzar las 100.000 millas recorridas y coincidiendo con el día de su cumpleaños decidió poner fin a su reto.
Sus andanzas, y las de otros muchos "locos" como él, se registran en los listados de la United States Running Streak Association, con página web propia (www.runeveryday.com). Sorprende que entre los que aparecen en lugares de privilegio en esas listas figuren médicos, cirujanos, y en general personas que deben saber muy bien lo que llevan entre manos.
30 años corriendo al menos 9 millas diarias (14.4 km al cambio) es probablemente algo al alcance de muy pocos privilegiados, atletas biomecánicamente muy eficientes y con una salud de hierro, pero lo del streak running puede no llevarse a tales extremos y seguir teniendo mucho sentido.
Personalmente estoy convencido de que el descanso forma parte fundamental del entrenamiento, y creo en la frase "puedes no correr cuando debes, pero no puedes dejar de descansar cuando hay que hacerlo", pero me pregunto si mi vida diaria no me lleva a veces a castigar mi organismo con determinadas actividades más de lo que lo harían 3 kilometritos recorridos a un trote placentero. Supongo que lo más sensato es probar, sin grandes pretensiones, por un tiempo, y escuchar al cuerpo, a ver lo que dice. Veremos.
Dean Karnazes (www.ultramarathonman.com) es un personaje increíble. Es de esos deportistas que llevan a su cuerpo un paso más allá, sólo por no quedarse con la duda de qué pasaría. Su último reto ha sido correr 50 maratones en 50 estados (con los consiguientes viajes) y en 50 días consecutivos, terminando en el maratón de Nueva York(en 3:oo este último). El motivo: su amor al deporte y la promoción de la vida activa y saludable entre la infancia y la juventud de su país.
Y el tipo, finalizado su reto se pregunta algo así como ¿y ahora qué hago? Volver a casa, como todo el mundo que vino a Nueva York a correr, pero decide hacerlo de la forma que más le apetece: carga sus pertenencias en un cochecito de bebé (de esos preparados para ser empujados corriendo) y empieza a correr en dirección a su casa, ...en San Francisco! al otro lado del país (de costa a costa). Podéis seguir sus andanzas en la edición americana de RunnersWorld (www.runnersworld.com)
4 comentarios:
el otro dia leia en le blog de Carlos Jimenes lo de Dean Karnazes y no lo creia!!! le pasó algo como Forrest, que de repente paro y no supo que hacer.
me anoto los links para chusmear!
Es increíble lo de este tipo. Tiene un libro, "Ultramarathon man. Confessions of an all night runner" que compré en Amazon y estoy leyendo.
Un saludito, Ana.
¡Que bueno!. Yo ando leyendo el libro también y me he quedado petrificado. Es un ejemplo claro de motivación y superación personal.
Muy bueno tu blog. Te leeré a menudo.
¡Animo!
Yo recien empiezo a leer su libro, es lo maximo
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