Porque lo que nos importa no es llegar antes o después sino haber disfrutado del camino
martes, 16 de enero de 2007
EL CUERPO QUE TENEMOS
Los sobrinos de Abebe Bikila persiguiendo al de las zapas. Publicidad.
Cuando empecé con todo esto en serio, lo hice por varias razones. Me imaginaba a mí mismo tras 7 u 8 meses de duro entrenamiento y me veía atlético, estilizado, sin apenas grasa corporal, pura fibra, vamos. Con el tiempo he aprendido dos cosas. La primera es que las metas inalcanzables generan frustración, y que en todo proceso hay que hacerse propuestas a las que uno pueda llegar. La segunda enseñanza es que debemos aprender a vivir con el cuerpo que tenemos, y aceptar que, hagamos lo que hagamos, es con esas piernas, esos brazos y el resto de carne y huesos que los acompaña. El ejercicio, y en nuestro caso correr y todo lo que lo rodea, contribuye de forma decisiva en la mejora del bienestar físico y mental, endurece el cuerpo y lo perfila, pero no convierte en keniatas o etíopes a mozalbetes que en sus mejores tiempos de zampabollos superaban con orgullo los cien kilos de peso. Por tanto resulta decisivo aceptar cuáles son nuestros genes y cuál fue el camino que nos llevó hasta aquí, para poder entender que nuestro cuerpo es el que tenemos, y con eso nos hemos de apañar. A partir de esta aceptación podemos comprender mejor hasta dónde se le puede pedir al organismo en cada momento, sin renunciar a que el entrenamiento lo mejore de forma lenta y paulatina. Y, de acuerdo con todo esto, podemos fijar nuestros retos, y tener casi completa garantía de éxito y disfrute.
Yo sigo empeñado en correr el maratón de Barcelona. Acumulando kilómetros procuro adaptar la velocidad con que los pateo a mis posibilidades reales. Me gusta recorrer largas distancias si puedo hacerlo a mi ritmo. Quiero disfrutar de esto. Mucha salud a todos. Dejad vuestra opinión si os parece bien hacerlo.
Etiquetas:
Filosofía del correr,
Mi guerra a los kilos
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10 comentarios:
un post lleno de razón. el primer punto de un plan de entrenamiento es: aceptaser como se es. (y no sólo en un plan de entrenamiento)
saludos
que buena foto!!!!
Me parece que este post es la conclusión de tu post anterior, no?
está bueno acepatar la limitaciones de cada uno, en eso estoy yo también...
:o)
Merak: Lo que pasa es que soñar es gratis, y a todos nos gustaría llegar alto. Luego es fundamental verse, reconocerse y aceptarse.
Anita: Más que la conclusión del post anterior es la conclusión de mi vida. Soy más feliz desde que sé quien soy y quien puedo llegar a ser.
sí, pepe, por suerte soñar es gratis, y las frustraciones también... esto es como todo no hay que pasarse ni no llegar. soñar está muy bien... pero con los pies en el suelo (si hace 20 años me dicen que voy a escribir esto, no me lo creo jejeje)
saludos
Bueno, yo siempre he tenido una imaginación muy viva y siempre he soñado, y probablemente lo seguiré haciendo, en ocasiones auténticas barbaridades. El secreto para no frustrarte, vamos quiero decir el mío, es saber reirte de tus propias quimeras :-D
Sin duda, Neke, es básico como dices tú dar a las cosas la importancia real que tienen (reírte de ti mismo), sobretodo cuando tus expectativas no se cumplen en grado satisfactorio. Sólo así aceptamos sin traumas que nuestro nivel en lo que sea no es el ideal, y disfrutamos de lo que tenemos.
La meta es el camino.
Que son dos verdades como dos templos de grande :)
Salud. PLUM
ei esa foto la conozco yo jejejjee
a mi también me gustó mucho y por eso decidí colgarla en mi blog
jejejeeje
besos desde http://personal151076.blogspot.com
Marcelo: Puede que la meta sea el camino, pero no olvides que casi más importante que llegar es haber disfrutado del trayecto. Un abrazo.
Plum: Tenemos lo que tenemos, y con eso hay que tirar, sin renunciar a pequeñas reformas en la estructura, claro. Salud.
Cristina: Pues mira que no recuerdo si fuiste tú víctima de un hurto fotográfico con nocturnidad y alevosía... un besito.
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