"La verdad es que, como adultos, muchos de nosotros estamos convencidos de que hubieramos hecho todo lo que se nos hubiera antojado si nuestro cuerpo fuese el adecuado para ello. Gastamos nuestra vida en las tinieblas de lo que podíamos haber sido. Por desgracia, el único modo de tener el cuerpo que queremos es escoger adecuadamente a nuestros padres. La genética puede no ser la única explicación, pero sí se trata de algo que como adultos nos condiciona de modo casi definitivo.
Determinado día, en determinada carrera, coincidí calentando con Bill Rodgers, cuatro veces ganador tanto del maratón de Boston como el de Nueva York. Ante tanta evidencia no pude evitar una sonrisa mientras lo miraba. Parecía una gacela. Todo en su cuerpo era perfecto. El modo en que sus pies estaban pegados a sus tobillos, sus tobillos a sus piernas y sus piernas a sus caderas respondía con exactitud al modo en que uno hubiera diseñado el cuerpo de un maratoniano. Apuesto a que no había tenido grasa corporal desde los 6 meses de edad.
En cuanto empecé a comparar su cuerpo con el mío se me ocurrió que todas esas partes de ambos tenían el mismo nombre pero, definitivamente no tenían el mismo aspecto. Sin embargo en pocos minutos ibamos a competir el uno contra el otro (y algunos miles de corredores más).
Para nosotros los adultos es difícil aceptar que alguien con, esencialmente, el mismo cuerpo que nosotros, ha conseguido logros que nosotros sólo podemos soñar. Los atletas olímpicos no disponen de un pulmón adicional con el que respirar en mejores condiciones. Puede que fueran bendecidos con un don, puede que tengan talento y, seguro, tienen lo que les da el entrenamiento, pero no tienen nada "extra". Eso sí, debemos empezar por entender que los cuerpos de esos seres tan especialmente dotados no son, en lo esencial, diferentes de los nuestros. Sólo así entenderemos que los cuerpos de unos y de otros reaccionan de un modo básicamente similar al entrenamiento.
Este punto me quedó especialmente claro la noche que tuve la oportunidad de cenar con Khalid Khannouchi, el mismo que rompió en mil pedazos el récord del mundo de maratón en Chicago, en 1999. Ambos corrimos ese mismo maratón, el mismo día. Él terminó en 2:05'42", y yo ligeramente por encima de 5:30'. De hecho escuché lo de su récord cuando yo iba a alcanzar la milla 11 de esa misma carrera.
Tal como íbamos charlando sobre nuestro entrenamiento y la preparación de ese tipo de carreras (las series, los rodajes largos, las carreras de ritmos vivos,...) me quedó claro que hablábamos de las mismas cosas. La diferencia no estaba en el contenido o calidad de los entrenamientos. La única diferencia estaba en la velocidad a la que corríamos en esas sesiones. El esfuerzo era la constante, la velocidad era la variable. Nuestros cuerpos reaccionaban del mismo modo a la carga y a la recuperación. Lo que significaba un esfuerzo extenuante para el recórdman mundial se sentía prácticamente igual en el pelotón de cola.
Aceptar esta verdad sobre mi cuerpo fue el punto de partida de mi progresión como corredor. Para mí fue una auténtica revelación aceptar la gran verdad sobre el hecho de que ningún cuerpo puede dar más del 100%. Mi tope era sólo el mío. Podía entrenar duro, inteligentemente, con intensidad y el propósito de mejorar, pero lo único que cambiaría sería en punto en el que estaba mi 100%, pero el mío. Mi tope siempre sería el mío, no el de Khannouchi o cualquier otro.
De ese modo me convencí de que, estuviera como estuviera mi cuerpo, era el cuerpo que iba a tener que usar. No podía cambiarlo por otro que tuviera mejor aspecto. Debería llegar al lugar al que quería ir en ese cuerpo, sobre esos pies. Esa verdad es también la tuya. No se trata de tener el cuerpo que quieras, sino de hacer lo máximo que puedas con el cuerpo que tienes. No te preocupes por ser el mejor. Sé el mejor que tú puedas ser."
Traducción casera de uno de los párrafos que a mí me inspiraron más del libro "No Need For Speed", de John Bingham. Espero no haber infringido demasiadas leyes por colgar esto aquí.
Salud y buenos rodajes, con el cuerpo que tenéis ;-)
15 comentarios:
Te doy toita toa la razon compañero, cada uno tenemos que llegar hasta donde podemos, y no creernos lo que no esta en nuestro alcance. En fin que como suelo decir AMEN.
Parece ser que estoy rompiendo esa ley al querrer correr mas rapido de lo que el cuerpo me permite,pues habra que romper esa ley,ya que el cuerpo que tengo ahora no me da ni para correr,habra que transformar el cuerpo para llegar a la mejor version de uno mismo,en mi caso tengo que cambiar mi cuerpo,no hay otra opcion y en ello estoy.
Bonita y cierta reflexion,cada uno nace con un cuerpo pero puede llevar ese cuerpo a su propia perfeccion la que cada uno considere.
Un abrazo y a seguir¡¡¡.
Bon escrit, quina part és tema i quina és cita?
1) També és important el valor que li dóna alentrenaments i aquesta temporada que he arribat a estar molt malament puc donar fè que amb hores d'entrenament un arriba a aquest 100%.
2) Pel què veig a la foto, el teu cos no està malament, hauries de baixar una mica la musculatura per córrer millor, però t'anirà bé en el tram de natació en les tris jijiji
3) El cap de setmana del 6 de juny estaré a Mallorca, un running o natació?
Interesante post pepe..
Un saludo.
Me encantan las reflexiones del pingüino...saludos
Buena reflexión Pepe. Básica para poder ser feliz con esto y no llevarse a la amargura. Añadiría que tampoco nuestra mente es la misma, quizá a nosotros no nos merezca la pena el sacrificio que otros empeñan en su mejora.
Como decía aquel: "maeztro, hay gente pa to"
Un abrazo. ;-)
A mi me gusta la filosofía del post, esas citas y traducciones de John Bingham son lo primero que me llamaron la atención de tu blog, gracias por infringir las leyes y traducir por los demás.
LAY: Los límites a veces no están claros, es verdad, pero me parece fundamental el buscar los propios y no fijarse tanto en los ajenos.
MARATONMAN: Pero no olvides que se trata de TU cuerpo. Debes decidir hasta qué punto estás dispuesto a sacrificarte por los cambios que pretendes introducir en él y aceptar el punto al que llegues como algo natural. A ver si te crees que si tuviera 75kg iba yo a ser Slowpepe...
PAU: Gairebé tot és cita, ja que em va semblar interessant traduïr un capítol sencer d'un llibre que vaig comprar a l'Amazon. A mí em va agradar molt.
Veig que us heu fixat en la foto..., no sóc jo, jejeje. Vaig trobar al google imatges un tipus calcat a mi i ja veus...
Em sap greu, tú, però no seré per Mallorca aquell cap de setmana... Menorca, Pau, Menorca. Si apareixeu per aquí no dubteu en fer-m'ho saber. Ah, i em sembla que et conec, escola Aula?. El món és molt petit. Hi vaig fer d'entrenador de bàsquet uns quants anys.
LANDER: Celebro que te gustase el post, amigo. A veces uno tiene poco que contar, y es interesante hacerse eco de lo que los demás cuentan.
PACO MONTORO: Es otro punto de vista. En este país no estamos muy acostumbrados a verlo de ese modo. A mí, Bingham me sacó a la calle. Me gustaba correr pero no pertenecía a este mundillo, o eso creía. Ya ves, tonterías, pero a veces necesitas que alguien te lo cuente tan clarito como el pingüino lo hace en sus reflexiones.
CARLOS: No puedo estar más de acuerdo. Ese es, en parte, el argumento que he utilizado para contestar a MARATONMAN. Marcarse objetivos está bien. Que sean realistas también, pero sobretodo hay que calcular el coste de todo ello y ponerlo en la balanza de nuestras vidas. A veces conformarse con rodar una horita y jugar otra con tu hija es más inteligente que un gran entrenamiento de dos horas. Es cuestión de momentos, y de las prioridades que aparezcan en cada uno de esos momentos.
ALEX: No sé por qué razón este tipo no tiene gente que le publique en castellano. He comprado verdaderas castañas de libros, tanto de atletismo como de triatlón, con traducciones pésimas y vaguísimo contenido. Al pingüino se lo he leído todo, pero desde Amazon y en lengua no vernácula.
No será negocio, supongo.
Gracias por alimentar este blog con vuestros comentarios. Abrazos a todos.
Tu entrada me ha servido para recordar la importancia de no rebasar nuestros límites (no solamente físicos). ¿Y cómo saber dónde están? En mi caso, cuando he superado los "físicos" normalmente me he lesionado; y cuando han sido "otros" mi familia ha tenido que sacrificarse.
No he leído sus libros, pero por lo que he leído en su blog y lo que tú nos has trasmitido en el tuyo, me da la sensación de que aún estamos lejos de la revolución que supuso Bingham. Me da la sensación de que los aquí se autodenominan "paquetes" están a un nivel muy por encima de los corredores del "furgón de cola" de los que habla el Pingüino (que, según te he leído, en los usa son legión). ¿Me equivoco?
¡Salud, amigo!
Estimado Pepe,como ha dicho alguno por aqui hay gente que no le compensa ni motiva dejar todo por llegar a tener el cuerpo que podria tener con horas y sacrificio de por medio ya que hay puede haber muchas otras cosas mas importantes que el propio cuerpo,pero tampoco me cabe duda que si pesaras 75 kg irias como un tiro y es que el peso lastra muchisisismo mas de lo que la gente delgada piensa.Hay que poner en la balanza cuerpo en plenisima forma sacrificando comida y tiempo o cuerpo de andar por casa comiendo lo que nos da la gana y con mas tiempo para otras historias,el resultado de ello lo dan las diferentes posiciones que ocupan los atletas en una carrera popular,es curioso que los que llegan primero estan muy fibrosos y como palos de escoba y los que van en el vagon de cola suele ser gente que arrastra sus huesos y unos cuantos kilos de grasilla;ahi queda resumido todo esto.
Un abrazo y cada uno debe ser feliz con lo que escoja.
Me ha encantado la entrada Pepe, precisamente ando metido en esas mismas disquisiciones por lo que tenerlas ya traducidas y analizadas por otro me evita gran parte del trabajo.
Estoy con el pingüino.
Pepe gracies per sa traducció d'un capitol tant gráfic per saber sa importancia de s'entrenament i de fins on podem arribar.
Prepara es teu 100% per ses populars que prest comencen.
Salut i Kms.
VTA55
¡Pinguinos del mundo, uníos!
Verde y con asas, si. Pero que dificil es asumirlo a veces, verdad?
Y entender que para cada uno la gloria esta en dar lo mejor de uno mismo. Que, con un poco de suerte y un mucho de constancia, será más y más cada vez. Pero siempre dentro de lo q la naturaleza quiso darnos.
En mi caso, encontré el campo de juego que mas me divierte en los ultra trails por el monte, donde la marca es un absurdo, el trazado de la carrera un lujoso decorado, y cada dorsal que te rodea un camarada en que apoyarte.
Otros sentirán lo mismo en otras carreras, deportes, o retos. Ahí está la gracia, no. Cada uno elegimos nuestro propio reto, y superarlo es lo q nos hace mas grandes, ante uno mismo. Sin mas.
siempre hay que intentar mejorar,pero cada uno tenemos que comformarnos con lo que tenemos.
por que si no vamos listos.
saludos desde sabadell
COMMEDIA: Lo de las lesiones cuando se va más allá me suena. Es el problema que tenemos los de la élite cuando caminamos por el filo: un pasito más allá y estamos jodidos.
Te recomiendo encarecidamente a Bingham. Disfrutarías, y sí aquí los paquetes terminan maratones en 4 horas. Fuera es distinto, aunque larga vida también a los de las 4 horas, claro.
MARATONMAN: La clave está en el equilibrio entre lo que podemos y lo que queremos. Si realmente quisiéramos cerraríamos esa boquita y en menos que canta un gallo estábamos en peso de competición. Tan sólo hay que aclararse con eso de hasta qué punto nos merece la pena...
SANTI: Ya lo tenemos más que hablado. Es la teoría de la manzana y aquello de los sábados por la mañana. Tú incluías gráficas a todo color con tus progresos. Yo me conformaría con progresar en silencio.
VICTOR: També ho tenim xerrat. És qüestió de lluitar des de la prèvia acceptació dels propis límits. A partir de llavors, es tracta d'elevar aquests límits, però cadascú fixant-se en un mateix.
Prepareu-vos que vé el bus...;-)
MAYAYO: Es un placer que con esas piernas que te llevan a correr los 21 y pico en hora y media justita y a cruzar cordilleras enteras como quien cruza la calle a por el pan, lo veas como lo ves. Cada cual consigo y contra sí. Gracias.
ZORRO: Apañaos vamos, como bien dices, si no sabemos cuánto valemos en cada momento. Luego a pelear por valer un poquito más, pero sin pretender pedirle peras al olmo, que lo hacemos con demasiada frecuencia.
Abrazos repartidos equitativamente.
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