martes, 18 de agosto de 2009

EXPIANDO MISERIAS

No tenía pensado volver a escribir aquí, por lo menos hasta bien entrado el mes de septiembre. La razón está en lo poco productivas que, desde el punto de vista deportivo, están resultando estas vacaciones. Por no aburrir con el tema familar tan sólo diré que se requiere mi presencia en casa muchas horas, y la falta de la ayuda con que contábamos en julio han convertido agosto en el mes menos deportivamente aprovechado del año. El 3 de septiembre vuelve esa "ayuda" en forma de abuela y el panorama será bien distinto.

Mientras tanto capeo el temporal como buenamente puedo. Los favores en forma de canguros para Carlota me dejan un par de horitas de uso personal día sí, día no. Ese tiempo lo dedico, entre otras cosas, a mover un poquito el culo, aunque cualquier parecido entre lo que hago y entrenar sería pura coincidencia. Seguramente por eso me sentí tan justito el domingo pasado en el primer entrenamiento de grupo para el medio maratón de Menorca. 14 kilómetros que se me hicieron largos: en el 9 ya lo hubiera mandado todo al carajo, pero estaba de guía del grupo más lento y no era plan de dejar al personal sin más. Enchufé la mejor de mis sonrisas y me dediqué a animar a un par de chicas que no habían completado aún esa distancia corriendo nunca.

Lo que sí hago un poco más es nadar. Sobretodo porque he descubierto las bondades de acercarme a Cala Tirant (a 2 minutos de casa, no hay excusas) y disfrutar de los atardeceres de mar en calma. Entonces aquello se convierte en una piscina de ensueño donde nado 40 minutillos 3 o 4 días por semana rodeado de pececitos de colores. No es lo mismo el mar que la piscina, pero nadar donde nado ahora tiene sus ventajas: floto más, me aburro menos, y no debo preocuparme de por dónde adelantar a esa señora que flota enmedio de la calle sin chocarme con el Phelps de turno que viene nadando mariposa como un poseso.

La bici en cambio está, este mes, durmiendo el sueño de los justos. El problema de entrenar con ella es que necesito demasiado tiempo para completar una sesión con cara y ojos, y aunque me resulte difícil de explicar, durante estas vacaciones lo que no tengo es tiempo. A cambio monté una sillita en la bici de mi santa y salimos a pasear con Carlota, normalmente cuando cae el sol, los días en que no puedo ir a nadar.

Ese es el bagaje actual. Tiemblo cuando pienso en el Ironman, porque viendo mi estado actual de forma el reto parece ahora un imposible. El plan de entrenamiento empieza en noviembre. Dice el coach que entonces me va a poner de vuelta y media, pero es que antes hay que hacer una serie de deberes para llegar en condiciones a la primera sesión de tortura, y ahora mismo no soy todo lo aplicado que el coach espera de mí. Eso sí, no por falta de ganas. No necesito tatuarme lo mismo que mi amiguete de la foto en la espalda. Si acaso pondría otra cosa...

Salud y deporte!

viernes, 14 de agosto de 2009

VACACIONES BLOGUERAS

A estas alturas de la película no creo que quede prácticamente nadie por aquí. Yo sigo de vacaciones, como parece claro por lo desatendido que tengo el chiringuito. Todo se reduce, en realidad, a que si no se tiene nada que aportar vale más permanecer calladito y atender a lo que cuentan los demás.

Esa sensación de no tener nada más interesante que escribir me llevó hace un par de semanas a plantearme seriamente el cerrar este garito, pero como su mantenimiento es gratuíto decidí dejarlo dormir el sueño de los justos hasta superar la presente crisis creativa.

Cuando empiece a entrenar de verdad aparecerán, espero, las ganas de contar. Hasta entonces, que seais terriblemente felices haciendo lo que más os guste, aunque sea despaciiiito y disfrutando del paisaje. Como siempre, mucha salud y buenos rodajes...