lunes, 23 de febrero de 2009

UNA HORITA SIN DOLOR

Hombre, pues no,... que no hubiese sido mejor oír los lamentos del gemelo, eso está claro, pero,... al menos tendría las cosas más claritas.

Una horita clavada, el marco incomparable de uno de esos caminos de bosque de interior, de tierra, claro, con las zapas más protectoras (Asics Gel Trabuco, las guerreras), taloneras de silicona clavadas, sin gps ni nada que me llevara a pensar en velocidades ni distancias, sólo un pulsómetro para saber si el corazón iba de acuerdo con las piernas, nada más (166ppm máximas y 147 de media, tratando de oír a los pájaros tanto o más que mis propios pasos). El gemelo, comportándose, tal y como habíamos quedado cuando asumí el compromiso de no pedirle nada hasta el pasado domingo, haciendo caso omiso a las ganas de salir antes de hora.

Me quedan 3 rodajes. Uno el martes, de otra horita, otro el jueves, algo más corto y el último el domingo. Si todo es normal, el domingo corro. Lo que no sé es si hago un trocito acompañando a Ángel en los últimos kilómetros o pacto con los del coche escoba para llegar justo delante de ellos después de los 42. El martes tendré más elementos de juicio.

Salud y buenos rodajes.

viernes, 20 de febrero de 2009

YO DUDO, TÚ DUDAS...

El gemelo ya no me duele. Llevamos de buenas un par o tres de días. Y antes tampoco dolía, tan sólo se manifestaba para meterme miedo. Yo le he respetado los plazos, a costa de quedarme sin uñas y de subirme por las paredes día sí y día también. Si mi Santa no me ha puesto de patitas en la calle estos días ya no lo va a hacer nunca.

De todos modos, prometí no precipitar acontecimiento alguno, y hasta el domingo no vamos a ver qué tal nos llevamos el gastrocnemio (nombre finolis del gemelo, lo que aprende uno lesionano, oye) y un servidor. Hasta entonces pienso atender a mis íntimos en su propuesta de salir con la bici de montaña mañana, echar unas risas a ritmo de maruja paseante (si vienen todos los que han de venir, que si no lo mismo acabo echando el bofe), y cuidar la mecánica para el día siguiente.

Luego están las dudas. A pesar de que hasta el día en que me rompí estaba haciendo las cosas más o menos bien desde el punto de vista de mi preparación, llevo un mes prácticamente parado. Es verdad que le he dado a la bici estática en el gimnasio, y he corrido en el agua, pero sin demasiada fe en ambas actividades, y con irregular cumplimiento de las mismas. Si el domingo veo que puedo correr (objetivo número 1) entonces debo determinar si puedo hacerlo durante 5 horas (que siendo optimistas sería el tiempo que me llevaría completar el maratón). Y eso, a estas alturas, no hay modo de saberlo sin terminar de jorobarla, porque a una semanita del día "D", experimentos los justos. Total, que no creo que tenga más elementos de juicio que lo fresquito que termine el trotecito del domingo. Eso, nadando en un mar de dudas...

viernes, 6 de febrero de 2009

TORMENTA

Recapitulemos: no sé si soy corredor o no, pero de vez en cuando salgo por ahí a sudar un poquito moviendo mi voluminosa anatomía camino arriba y camino abajo. A veces incluso me inscribo en alguna carrera. Estoy inscrito en el maratón de Barcelona de el próximo 1 de marzo. Estoy lesionado.

Lo que según el fisio era una microrrotura sigue siendo una microrrotura o algo terriblemente parecido. Hoy salí a rodar un ratillo. Del minuto 1 al 10 troté como los ángeles, por la hierba y sin molestia alguna. Eran prácticamente 10 días de reposo, tratamiento y recuperación funcional más con la bici que con la elíptica. Eso, 10 minutos fantásticos y en el 11 un pinchazo. Paro de golpe y me voy para la ducha. Vuelvo a cojear. El rodaje ha terminado.

En términos eminentemente prácticos el tema, antes de esta mañana estaba en dos situaciones de las que debía elegir una: prepararme o cuidar la lesión. Intenté tomar el camino del medio, y esperé a no sentir molestia alguna y haber trabajado en esas condiciones un par de días más en el gimnasio para salir a rodar suaaaave, con las taloneras de silicona puestas, por la hierba, y aún así el gemelo pinchó.

Ahora sólo tengo una opción: recuperar el músculo, aunque no estoy muy seguro de para qué. Bien, supongo que si descanso 15 días podría resolver el tema. Entonces me quedarán 7 para el maratón, por cuya línea de salida debería aparecer después de estar 25 días sin correr (ya sabemos que la semana antes no es momento para grandes kilometradas ni duras series). Eso sí, estaría sano. Hasta aquí las suposiciones, ahora mi planteamiento.

Lo más importante, prácticamente lo único relevante (deportivamente hablando) es poder correr, ni lejos ni rápido, sólo correr. Para eso es necesario estar sano. Por tanto no arriesgaré el músculo y sí arriesgaré mis opciones de terminar la carrera. Es decir, recupero tratando de no perder demasiada resistencia aeróbica a través de la bicicleta y la natación (donde el gemelo no da señales de vida) y esperando que algo quede de estos 4 meses de entrenamiento después del parón, me presento en la línea de salida del maratón el 1 de marzo y corro tranquilito hasta que no pueda más. Entonces saco 20 euritos del bolsillo y me meto en un taxi hacia la zona de meta. Si la mecánica aguanta yel cuerpo me lleva corriendo hasta el final me ahorro el taxi, cruzo ese arco sin mirar al reloj, con la mejor de mis sonrisas y me apunto el cuarto maratón. Veremos.

Salud, mucha salud, y buenos rodajes a todos.

lunes, 2 de febrero de 2009

EL PUTO GEMELO

Acabé el cross con una sensación agridulce. Fue divertido pero sigo considerándome un poco intruso en este mundillo. Corrí todo lo que pude y quedé claramente descolgado. De hecho entré a 8 minutos del penúltimo de mi categoría, en sólo 7 kilómetros. La convivencia estuvo bien, pero la carrera pudo dejar secuelas.

Digo esto porque hasta el miércoles no pude correr en condiciones, pero ese día me encontré especialmente bien, con esas sensaciones que se tienen cuando se empieza a coger la forma. Quedé con Ángel para rodar una horita sin pulsómetro, por sensaciones. Empezamos a ritmo de talk test, o sea de charloteo sin ahogarnos, pero pronto empezamos a animarnos y a correr más deprisa. Notaba mis cuádriceps aún un poquito cargados, pero al estar caliente (que no es lo mismo que ir caliente) me sentía bien rodando a ritmo. Pero claro, poco dura la alegría en la casa del pobre, y una ligera molestia en el gemelo derecho fue aumentando progresivamente de intensidad hasta convertirse en un dolor agudo que me obligó a parar poco antes del final previsto para el rodaje.

El resto del miércoles cojo, el jueves con molestias y el viernes en el fisio, masaje de descarga y diagnóstico: microrrotura de fibras en el gemelo (donde yo creía que había una sobrecarga del sóleo, olé mi ojo clínico), reposo, hielo y antiinflamatorios.

Me he portado muy bien el fin de semana. Hoy empezaré con la bici estática sin resistencia un ratito. Mañana lo mismo. El miércoles y el jueves pasaré a la elíptica, y el viernes ya me dejan trotar por la hierba a ver cómo se porta el gemelo. Hay cierta prisa porque en menos de 4 semanas ya debería correr el maratón de Barcelona, y me encuentro en una fase crítica de entrenamiento. Obvio que no voy a poder con ese último rodaje largo de las 3 semanas antes (planeaba 3 horitas y me debían salir 27 o 28km). Lo mismo hago uno algo más corto un poco más adelante, siempre que el músculo se porte bien y se recupere a tiempo. Si no es así, siempre nos quedará Madrid.

Salud y buenos rodajes a todos.

PD. No, el de la foto no soy yo, seguro.