miércoles, 25 de abril de 2007

DE CULO, LA PRÓRROGA Y EL JODIDO LOCUTOR


Dice un amiguete que vivo muy bien, porque mi trabajo me deja el suficiente tiempo libre para atender a mis aficiones, que no son pocas, y eso me convierte en un privilegiado. Bien, esta semana voy a mandar de vacaciones a ese amiguete, porque lo que es yo, voy de culo. Los de la foto de arriba y la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto tienen la culpa. Bueno, a decir verdad estoy disfrutando mucho de unos días de convivencia técnica con el equipo profesional de baloncesto que tenemos en la isla. Asistir a todos los entrenamientos, a las sesiones de vídeo y a las reuniones con el cuerpo técnico está resultando de lo más interesante para alguien que, como yo, es un loco de esto del baloncesto. Sólo hay un problema. Bueno, dos. El primero es que ando liadillo también en el trabajo, y no he podido tomarme más que un día libre. Por eso trato de sacar tiempo de donde no lo hay para atender tanto a la obligación como a la devoción. Eso me deja poco espacio para todo lo demás, por lo que mis carreritas de esta semana cumplen el expediente sin más, dejando sesiones largas y sesiones intensas para cuando se pueda, lamentablemente. El segundo problema es que el caos se adueñó de mi organización alimentaria: me escapo del curro para ir al pabellón, después reunión con los entrenadores, vuelta al trabajo para recuperar tiempo perdido, ingiero cualquier tipo de alimento y en cualquier momento, y regreso al baloncesto para otra reunión y el entrenamiento de la tarde. Tras la última sesión y el comentario correspondiente con el cuerpo técnico, de vuelta al trabajo para llegar a casa tarde de narices. Mi mujer me ha pedido una foto actual para verme de vez en cuando, y lo del reto de abril tendrá que ser con unos días de paréntesis porque sino voy a explotar. Me concedo por tanto una prórroga de una semana, sobretodo porque no tengo ganas de enfrentarme a la báscula con estos niveles de estrés, a los que dicho sea de paso, no estoy acostumbrado, ya que aquí todo pasa despacito, es lo que tiene la isla.



En otro orden de cosas, y volviendo al tema del blog, el otro día enganché en un canal digital de deportes los últimos coletazos del maratón de Londres. El tema me va a dar para un post completo porque quiero someterlo a un análisis más profundo, pero si no vomito lo que estoy pensando ahora, reviento. El locutor, no quisiera equivocarme, pero creo que era Esteban Gómez, de TVE. Contaba con cierto gracejo los entresijos tácticos de los últimos 10 kilómetros (lo que alcancé a ver) en el grupo de cabeza. En estas que el realizador ofrece un plano de la cola del pelotón, con los populares enfrentándose a la distancia, mientras el tema de conversación se centraba en el fuerte calor reinante. La ocasión la aprovecha el locuaz periodista para resaltar que esas altas temperaturas hacen épica la carrera de los pross, pero son incluso agradables para aquellos que salieron a trotar, sólo por terminar. Al poco rato, ante otro plano de los corredores más lentos, volvió a mencionar lo duro que era el maratón para los atletas de élite comparándolo con la jornada festiva que representaba para los populares. Amigo locutor: tú no te has calzado unas zapas en toda tu vida, y mucho menos sabes lo que es un maratón. Todos esos populares las pasaron canutas, porque cierto es que hizo un calor tan feroz como inesperado, y salir a terminar el maratón es de un heroico comparable a salir a correrlo a poco más de 3 minutos el kilómetro. Con esa idea de que una cosa es correr y otra pasearse nunca conseguiremos hacer cruzar a la gente esa barrera que separa a los espectadores de los practicantes. Ya hablaremos, ya.

viernes, 20 de abril de 2007

EL RETO DE ABRIL (-0,500Kg., acumulado -2,700kg)


Esto va muy despacito. Seguramente más de lo que tenía previsto, por lo que no sé si alegrarme o subirme por las paredes. En honor a la verdad, las privaciones son mínimas. Incluso puedo decir que no lucho demasiado contra determinadas tentaciones. Lo único que intento es que esas batallas no se produzcan con mucha frecuencia. Y lo mejor del caso es que la tendencia sigue su curso de modo lento pero imparable. De todos modos esperaba que los cambios introducidos en mi estilo de vida tuvieran un impacto más inmediato en mi maltrecha anatomía. Supongo que esto, como el maratón, es una carrera de fondo, en la que vale más tomar un ritmo soportable que te lleve a la meta tan feliz que salir a todo trapo y reventar en el kilómetro 20.

Aún así, necesito un empujoncito psicológico, por lo que me he propuesto un reto dentro del reto: una semana de bondad absoluta, de hoy al viernes que viene. Algo que no pretendo alargar más allá de estos siete días porque no podemos vivir sin determinados placeres. Luego seguiré con mi nueva vida sana, de cien gramos en cien gramos.

Otra cosa que ha cambiado esta semana es mi forma de entrenar. Bueno, debería decir que lo que antes era salir a correr ahora es entrenar, no porque siga un plan, que eso ya lo he hecho antes, sino porque he empezado a cuidar la mecánica con gran mimo. He alargado los calentamientos y los trotes suaves del final de sesión, presto mucha más atención a los estiramientos y...¡tatatachán! hago abdominales (y lumbares) por un tubo, para responder a las quejas de mi espalda, que la semana pasada se convirtieron en gritos de auxilio. Bueno, pues con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho (o a la hora que sea). Salud.

martes, 17 de abril de 2007

LA GIRA POR LA PENÍNSULA


Ya estoy inscrito en el MEDIO MARATÓN DE ALMANSA, una carrera que presentan como el paradigma de la competición popular, con gran cuidado de todos los detalles, un precio irrisorio de 3 euros que encima van íntegramente para una asociación benéfica, una bolsa del corredor de las que tiran patrás y lo mejor, degustación de productos típicos de la zona in situ, como debe ser. La inscripción on line no termina de arrancar, y he mandado el formulario y el ingreso por fax para ir adelantando los trámites. También he cerrado el viaje.

De todos modos, lo que más ilusión me hace de este viajecito es poder compartir todos esos ratos con varios de los habituales del lugar, a los que ya puse en su día cara, y de los que ahora voy a poder disfrutar en carne y hueso. Algunos han confirmado ya su presencia, otros prácticamente a pesar de los pesares (si es que los hay que se habrán metido más de 60 kilómetros el domingo anterior) y todavía hay dudas en algún rincón de la red. Aún puede animarse más gente, eso está claro, y aunque no estaremos todos los que somos, sí seremos todos los que estemos (o algo así). No sé si la marca será de relumbrón, pero seguro que reír, vamos a reír un rato largo (y comer...). Ya se irá concretando cada detalle a su debido tiempo.

Sigo entrenando sin demasiada novedad. La espalda dejó de quejarse ya, y mis rodajes son cada vez más vivos. Todavía no me atrevo con los erretreses y compañía, porque la palabra "recaída" me da un canguelo que no veas, pero pronto la calidad entrará en mi vida (o saldrá de mi vida todo deseo de hacer un tiempo decente en Almansa).

Bueno, no quiero cerrar esta entrada sin mandar un mensaje de calma y relajación zen a todos los que leais esto y estéis a punto de correr ese maratón de montaña que organizan en la capital del Reino. Mis respetos para todos, y mi admiración para esos tres chalados que van a pararse tres o cuatro veces a tomar una caña y una tapita. Espero que haya testimonio gráfico porque eso sí es liarse la manta a la cabeza en un país de picaos. Salud.

sábado, 14 de abril de 2007

¿ESTAMOS TODOS ENFERMOS?


No es mío, lo encontré por ahí. Me pareció interesante. Es como un test sobre nuestra enfermedad. Cuantas más afirmaciones nos parezcan correctas, más enfermos estamos, no hay duda ninguna. Algunos ya lo habréis leído en algún otro sitio. Los que no, disfrutad (y acojonaros porque hay mucho de verdad).

SABES QUE YA ERES CORREDOR CUANDO:

Tratas de convencer a todo el mundo que corra 5 km, "porque eso no es nada."
Te sabes las distancias a todas partes con una precisión de 0.1 millas.
Te parece que la diferencia entre 5 mi/hr y 6 mi/hr es inmensa.
La enfermera se asusta porque tus pulsaciones están en cuarenta.
Tus héroes son todos africanos y ya tú te estás pareciendo a ellos.
Cambures, pasta, agua y granola son el 80% de tu dieta.
No corres para adelgazar, sino que adelgazas para correr.
Te levantas más temprano los fines de semana que los día de trabajo.
Los viernes te acuestas más temprano que el resto de la semana.
Sales escondido a correr porque te da pena decirle a la familia que vas por tu segunda carrera del día.
En un día "suave" corres seis millas.
En el lavandero hay un sitio especial para la ropa de correr.
Cuando viajas, los zapatos los cargas en el equipaje de mano.
Eres el único al que no le importa que el ascensor no funcione.
Ya nadie pelea contigo porque sales a correr un 25 de diciembre.
Corres 8 millas, te bañas, te vistes y te desayunas y cuando el resto de la gente se despierta te pregunta: "Qué pasa? hoy no corres?"
No puedes correr en el gimnasio porque la caminadora tiene un limite de 30 minutos (de todas maneras correr en caminadora te parece una mierda.)
Ves maratones por televisión.
Cuando los gels y los energy-bars te empiezan a saber bien.
Mezclas Gatorade con agua porque "la concentración comercial no es la correcta."
Desayunas a las 4 de la mañana.
Te molesta la gente que le llama a cualquier carrera "maratón."
Cuando la familia ya no te reclama que corres mucho o estás muy flaco.
Viajas 100 millas para una competencia de 10km.
Te fijas en los zapatos que usan otros.
Sabes más de rodillas que un médico.
Te puedes tomar 4 litros de agua seguidos.
Tienes un blog para escribir estupideces como éstas.

HEAVY RAIN


Llueve. Llevamos prácticamente una semana de lluvia pertinaz. Diez días si no contamos un insignificante paréntesis anticiclónico ocho días atrás. La previsión anuncia una mejoría hacia el martes por aquí, por lo que si hay que hacer algo al aire libre a corto plazo parece que ese algo va a ser relativamente húmedo. Casi mejor.

Terminó ese período de asueto-convalecencia y este fin de semana marca mi vuelta a los entrenamientos como el lunes marca mi vuelta al tajo. De hecho esta misma tarde me calzo las zapas sin mirar al cielo, y pienso rodar suave pero larguito a ver cómo responde mi menos maltrecha región lumbar. La media de Almansa, a la que aún no he podido inscribirme, aparece amenazante por ese horizonte no tan lejano, y el hecho de que vaya a encontrarme con varios amiguetes y éstos amenacen con un autobús a reacción me ilusiona y acojona a partes iguales. El remedio a todo esto se llama entrenamiento y eso es lo que voy a retomar hoy mismo al margen de lo que San Pedro tenga previsto. Como siempre, seguro que después de una docena de kilómetros las cosas se ven de otra manera, al menos así me ocurre a mí.

viernes, 13 de abril de 2007

ALMANSA Y EL RETO DE ABRIL (-0.900 Kg., - 2,200 Kg. acumulados)


Lo primero es lo primero, y en su día asumí el compromiso de rendir cuentas sobre mi nuevo estilo de vida y cómo éste iba afectando a mi peso corporal. Esta semana la he dejado por el camino algo menos de un kilito. Para lo que han sido mis circunstancias estos días, haber conseguido que la tendencia no se invirtiese es ya un éxito extraordinario. La espalda ha jugado contra el reto en dos sentidos: no he podido correr ni un kilómetro estos días (si exceptuamos el fracasado rodaje del lunes, en que tuve que darme la vuelta y volver andando), eso por un lado. Por otra parte, llevo toda la semana en casita con la baja laboral, y la nevera está estos días ejerciendo una atracción faltal, aprovechando que el aburrimiento me deja las defensas por el suelo. Con este panorama, haber sido capaz de hacer de la moderación bandera es algo que, como diría Juancar, me llena de orgullo y satisfacción. Estoy mucho mejor, gracias por preguntar, y no creo que pueda resistirme a una salidita reparadora esta tarde. De hecho le he pedido al médico que me firme el alta con fecha de hoy, para poder ir a trabajar el lunes y disponer del fin de semana para reencontrarme con mis caminos favoritos.




En otro orden de cosas, ayer estuve por tercera vez intentando inscribirme en la media de Almansa por internet. Como soy de los que piensa que con tres intentos ya vale, llamé al Ayuntamiento y me pasaron con el director de deportes, un tipo majísimo llamado Pablo. Mientras hablábamos intentó él una inscripción on-line para su señor padre, y tampoco tuvo éxito. Me dijo que hablaría con la empresa que les lleva el tema y se pondría en contacto conmigo. A los 10 minutos me llamó a casa. Resulta que el sistema no había sido activado aún, pero que la semana que viene funcionaría en condiciones. Se disculpó y me recomendó que esperase, porque aún hay sólo alrededor de 750 inscritos y su cupo es de 3000. Desde luego, el patinazo organizativo con las inscripciones por internet parece menos gracias a la amabilidad y el trato cercano de gente como Pablo. Yo lo intentaré a partir del lunes, porque esta carrera, una de las que mejor cuidan al corredor popular, no me la pierdo por nada del mundo. Salud y buenos rodajes a todos.

martes, 10 de abril de 2007

SUAVE QUE ME ESTÁS MATANDO...


Como mi Santa es un culo inquieto, cada cambio de fase lunar hay que modificar en casa la configuración geoestratégica del mobiliario. Determinados esfuerzos, en mi maltrecha anatomía de atleta novato pueden llegar a pasar factura. Ayer, en pleno rodaje suave, mi región lumbar decidió pedir explicaciones por el esfuerzo del día anterior. El resultado: vuelta a casa andando y toma de conciencia al respecto de una molestia que se había convertido en un dolor en toda regla. Una mala noche y la cita con el galeno de turno, que no tiene nada mejor que recetarme que el consabido reposo, neobrufén (el antiinflamatorio) y myolastán (el relajante muscular). Baja laboral y, por consiguiente, correril. Esto altera ligeramente mi plan de 6 semanas, cuyo objetivo era evitar el ridículo en la media de Almansa. Supongo que poco a poco podré volver al tajo, y tendré tiempo suficiente para llegar en condiciones a la gira peninsular, cuya suspensión NO SE ME HA PASADO POR LA CABEZA ni siquiera un momento. Y es que ahora el tema está ya en hacer como Terminator y amenazar con aquello de "I'LL BE BACK!"

domingo, 8 de abril de 2007

¿Y A TI QUÉ COÑO TE IMPORTA?


Hace ya meses, trotando a mi ritmo que es de normal tirando a más que lento, pasé junto a lo que en el colegio me enseñaron era un "señor mayor", que estaba concentrado en sus quehaceres en el campo adyacente a lo que era mi camino. Los más de 20 kilómetros que llevaba en las piernas no evitaron el "buenos días" de rigor, que así lo aprendí en casa de pequeñito. El señor mayor acertó a levantar la cabeza, contestar con mayor o menor cortesía a mi saludo y añadir algo así como "tienes que hacer deporte para perder esos kiloooos", mientras yo pasaba de largo. Aguanté la respiración. Valoré la posibilidad de parar, girarme y cotejar con él las opciones que ambos teníamos de sufrir un accidente coronario por lo avanzado de su edad, y su evidente condición de fumador, pero seguí adelante.

El otro día trotaba por el paseo marítimo hacia Fornells. Rodaje de lo más apacible y yo a mis disfrutes, pensando en lo bien que me estaba saliendo el calentamiento. Por la parte de la carretera me adelanta un vecino en coche. Baja la ventanilla y, ni corto ni perezoso me grita: "Pepeeee, pero corre un poquito más, ¿nooooo?". Sonrío y me callo. A éste tengo que volver a verlo seguro.

Ayer tropiezo con un conocido. Puesto al corriente por alguien en su momento me interroga sobre mi nueva condición de maratoniano. Su cara de admiración se desvanece cuando le confieso que la aventura me llevó 5 horas de carrera. "Jolín, debiste llegar el último, ¿no?. Si en ese tiempo se puede hacer andandooo"

Pues sí, corro. Voy despacio pero me lo tomo en serio. Soy maratoniano y disfruto de lo que hago y, sobretodo, del modo como lo hago. Nunca ganaré una carrera. En las carreras no se trata sólo de ganarle a los demás. Corres contra ti mismo, contra la distancia, contra el relieve, contra el frío o el calor, contra todo esto o con todo esto. Tú no puedes entenderlo, pero además, ¿y a ti qué coño te importa? ¿Me meto yo en lo que tú haces?

viernes, 6 de abril de 2007

EL RETO DE ABRIL SEMANA 1 (-1,300Kg.)


Salta a la vista que el bomboncito de la foto no soy yo. He pensado que mejor alegro la vista al personal con esta foto convenientemente robada del google imágenes que con otra cosa, ya que no voy a aparecer en pantalla hasta el 1 de mayo tal como había prometido.

Este es el resultado que dio esta mañana la máquina de la verdad. Las vacaciones no son el mejor momento para tomarse la alimentación muy en serio. De hecho no he cumplido demasiado con mi listado de propuestas alimentícias. Supongo que la pérdida de peso de la semana se debe a tres factores fundamentales:

a) Me sobran muchos kilos y así es más fácil
b) He comido de todo pero sin excesos, eso es cierto
c) He entrenado bastante, pero porque me lo pedía el cuerpo, no por otra cosa

Teniendo en cuenta que si había patatas fritas en el plato di buena cuenta de ellas, y cuando había que pedir un postre no me cortaba ni un pelo, amparado en la vorágine general que significan las reuniones familiares y de amigos, contando pues con todo ello, el perder algo de peso es toda una victoria, y un acicate para lo que me queda de reto. A partir de ahora sí seguiré más estrictamente las normas, pasándome más al verde y olvidando fritos, grasas malotas y azúcares. Y seguiré con mis sudores favoritos, cuya implicación en el proyecto se me antoja poco menos que indispensable.
Ala pues, que paséis un fin de fiesta de altura en los días que os queden, y a volver despacito a casa. Salud y buenos rodajes a todos.

miércoles, 4 de abril de 2007

DOBLETE DE AGUA


En la línea de tomármelo con calma y pasarlo bien, después de dar ayer con un camino de esos de ensueño (cuyas fotos algún día colgaré) por el que troté más de 12 placenteros kilómetros, hoy me había propuesto una sesioncita de mil metros en la piscina. Calentando un poco, nadando seguidito y sin sobresaltos y estirando después, ya tenía los sudores del día cubiertos. Pero claro, somos enfermos de esto, y a las nueve de la noche me encontraba vestido para matar, mallas, camiseta y chubasquero, bajo una fina pero pertinaz lluvia para otro de mis rodajitos suaves. Reconozco que he salido porque llovía, y hace tiempo que no corría lloviendo. Casi había olvidado lo bien que me hacen sentir este tipo de situaciones. Es como si dominase a la naturaleza, haciendo algo en un momento en que se supone que no debería. Llovía de verdad, y la gente habrá pensado que estaba loco, a esas horas y con la que estaba cayendo, pero yo digo que los locos son ellos, por perderse estas cosas. La ducha calentita me ha sentado muy bien, porque hacía algo de frío. Ahora estoy aún sintiendo los narcotizantes efectos de las endorfinas. Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva...