martes, 7 de julio de 2009

SIN MORIR EN EL INTENTO

Se puede. Eso dice Pepo, y a las pruebas se remite. No hay que ser Supermán para enfrentarse a los 226 kilómetros del Ironman, y el objetivo es demostrarlo. La idea es probar en propias carnes cómo preparando con ilusión el evento, partiendo de una capacidad deportiva más que del montón y de un tiempo para entrenar bastante justito (aunque suficiente) se puede llegar a la meta con relativo buen aspecto y sin perder la sonrisa. Ese es el reto.

Hoy vi mi nombre en la lista de inscritos. El proceso de inscripción me pareció tan confuso como el mensaje de confirmación del tema que recibí de la empresa que le gestiona la burocracia a la organización. Por todo ello, hasta no verme en los listados oficiales de admitidos no he abandonado ese run-rún de pardillo pendiente de si lo había hecho bien o no. Confirmado, pues, tanto lo mío como lo de mis dos compañeros de fatigas, Pedro y Dani, con los que salvo sorpresa viajaré desde aquí al IM en julio de 2010.

Ahora queda organizar la preparación. Que esto del IM esté al alcance de casi todos no significa que se pueda afrontar sin un mínimo de preparación, con un volumen de trabajo responsable. La clave está algo más en la cantidad que en la calidad, eso está claro, y organizarme muy bien la vida para poder cerrar el triángulo FAMILIA - TRABAJO - ENTRENAMIENTO es ahora lo que más me preocupa con diferencia. Mi familia no tiene que pagar por mis proyectos, y debo seguir trabajando al no tener la suerte de haber nacido rico, y a todo ello se le suma ahora el IM...

Por cierto,... he empezado a entrenar. Bueno, es divertido porque estoy en una fase que no se llama "entrenar" sino "prepararse para entrenar". Se trata de acostumbrar al cuerpo a más sesiones semanales, antes de empezar lo que propiamente será el plan. Incluso antes del propio plan (de 30 semanas) andaré metido en el trabajo de base que irá de este "período inicial" hasta la primera sesión de entrenamiento específico de IM. Algún día tengo que contar las razones por las que esto del triatlón me resulta tan atractivo, aunque adelanto que la diversión es seguramente lo mejor del multideporte. Eso sí, animo ahora mismo a probarlo. Antes de cansarte de nadar ya estás en la bici y cuando empieza la fatiga a pedales ya hay que bajarse y empezar a correr. De ahí al IM..., un pasito, un poco alocado pero un pasito.

Salud y SBR!

miércoles, 1 de julio de 2009

¿EXISTEN LOS PINGÜINOS DE HIERRO?


Hombre, lo pregunto porque no lo tengo muy claro. De todos modos vamos a saberlo antes o después. Como muy tarde en un añito la respuesta.

Tras haber patinado de lo lindo con el plazo de inscripciones del Titán, que era el objetivo de este año, puede decirse que anduvimos listos esta vez. Las inscripciones para Frankfurt se abrían esta mañana a las 10 a.m. CET (que supongo que será lo mismo que decir hora de aquí), y tras pelear un centenar de veces con el puñetero servidor primero, y con mis tarjetas de crédito después (tuve que pagar aprovechando que tenía a mano los datos de un colega que también viene, quien apoquinó vía su visa hasta el último céntimo de mi inscripción), por fin hacia las 4 de la tarde recibía el puñetero correo de confirmación del pago. Supongo que habrá que esperar a aparecer en las listas de inscritos, cosa que no creo que suceda en unos días, porque ni siquiera se ha corrido la edición de este año y deben andar liadísimos.

Pues eso, que si no media catástrofe (toco madera), nos vamos a Frankfurt el añito que viene, a correr el Ironman. Dicen que si nadas 3800 metros, al salir del agua montas en una bicicleta para pedalear un ratito (180 kilómetros de ratito), te bajas y terminas la jornada completando un maratón, y si eres capaz de hacer todo esto en menos de 16 horas, te vuelves de hierro. Todo el mundo habla de los hombres de hierro, pero yo me pregunto si también existirán los pingüinos de hierro, porque si no es así, no sé como demonios voy a salir del embrollo en el que me he metido en nombre de no sé qué promesa al cumplir unos 40 que ni siquiera tengo todavía.

Salud a todos y que dure!