domingo, 13 de marzo de 2011

NO PUEDO CORRER

Después del abandono en Barcelona pasé la semana lamiéndome las heridas en el dique seco. Esta tendinitis con la que convivo tiene diferentes manifestaciones según trate al tendón en cada momento. En Barcelona me molestaba antes de empezar, me dolía mientras comenzaba a sumar kilómetros y me obligó a parar un dolor bastante más agudo de lo razonablemente soportable. A los 3 días ya no notaba la molestia al caminar. Seguí con el tratamiento hasta el sábado en que salí a caminar por el campo con cuidado y buenas sensaciones. Hoy le di una vuelta más a la tuerca y repetí circuito pero tratando de correr. Duré 20 minutos porque la molestia reapareció en una cuesta arriba. Terminé caminando hasta casa para ducharme y poner más hielo. De momento es lo que hay.

Cierto es que tanto el Trail Serra de Tramuntana como los 101 de Ronda se pueden terminar andando rápido (y parando poquito), pero ese no era el plan ni para eso he entrenado todo este tiempo.

CAMISETAS SOLIDARIAS

En otro orden de cosas, la semana pasada recibí las camisetas solidarias. Me las han quitado de las manos. La verdad es que resulta muy complicado sacar la bolsa entre un grupo de compañeros corredores y no atender a los que te dicen primero "a ver, a ver...", luego "pues no sabía nada pero es una buena idea" y terminar con lo de "dame dos, una para mí y otra para mi mujer". En fin, que me quedan sólo un par de las más pequeñas. Tengo que ponerme en contacto con los amigos de Mallorca a ver si hacemos una segunda remesa o si a alguien le sobran camisetas de la primera porque tengo algunos compromisos desatendidos, entre ellos más de uno concretado a través del blog. En cuanto sepa algo lo cuento.

Salud y kilómetros

lunes, 7 de marzo de 2011

MARATÓ DE BARCELONA 2011: DNF

DNF: Acrónimo que se utiliza al otro lado del charco: Did Not Finish, o mandó la carrera a tomar viento antes de tiempo.

Un Ironman, 6 maratones, más de 20 medias e incontables carreras más cortas después me he retirado por primera vez. Ahí van los motivos con la brevedad que marcan las pocas ganas que tengo de hablar de ello:

Desde 2008 tengo una relación especial con mi tendón de Aquiles izquierdo. Yo lo mimo y él me deja correr. De hecho uso unas taloneras de silicona que me elevan el talón y permiten al tendón trabajar algo acortado y sufrir bastante menos. El problema está en las cuestas: al subir, los apoyos provocan que el tendón trabaje muy estirado y sufra algo más, y como quería hacer carreras de montaña he estado entrenando en cuestas. Y el tendón lo ha notado. Además, para ser completamente sincero, seguramente no ayuda el hecho de que las camisetas que me regalan en cada carrera me queden algo justas siempre.

Llevaba un par de semanas con una ligera molestia, que iba y venía en función de la cantidad de trabajo que le pedía al tendón. De todos modos ese tendón tiene varios maratones en su currículum, razón por la cual pensé que al calentar las molestias desaparecerían. Me equivocaba.

Ya en el km 3 el dolor era notorio. Salí al ritmo que pensé podía mantener hasta el final, con la idea de correr sin agobios, terminar feliz y poder entrenar la semana siguiente. Pronto reduje ese ritmo a la mínima expresión tratando de que los apoyos fueran tan suaves como fuera posible y no castigaran de más el tendón, pero el dolor era mayor cada kilómetro que pasaba. Caminé algo en el avituallamiento del 10 para tomar el primer gel de los 3 previstos y darle tregua al pie, y me costó volver a arrancar. A partir de ahí el dolor se hizo más difícil de soportar y a la vista del km 13 decidí caminar hasta esa marca. Ya no pude volver a correr. Lo intenté pero estaba completamente cojo. Me senté en la acera, me quité la zapatilla y el calcetín y palpé el punto de dolor. No hizo falta analizar la situación, pensar en los 30 km que faltaban, en el Trail Serra de Tramuntana ni en los 101 de Ronda. No lo dejé por ningún motivo distinto del hecho de que no podía seguir corriendo. Jodido y cojo di media vuelta y me fui para la zona de meta.

martes, 1 de marzo de 2011

¿PREPARADO PARA EL MARATÓN?

Pues no lo sé, ni podría afirmar a ciencia cierta si lo que llevo en las piernas valdrá para la que me espera el domingo. En fin.

La verdad es que todos sabemos cómo se prepara un maratón: combinamos rodajes largos, una vez por semana más o menos y llegando tan lejos como sea posible sin sufrir una lesión o condicionar las siguientes sesiones de entrenamiento, alguna sesión de cierta calidad (rodajes de ritmo o, los más avezados, entrenamientos interválicos como las temidas "series"), un rodaje semi largo a ritmo de maratón, una carrerita de recuperación y un par de días de descanso (más algo de gimnasio por aquello del fortalecimiento), con muchos estiramientos, comida sana y suficientes horas de sueño. Pues yo, nada de nada.

Si alguno ha leído algo antes aquí sabrá que no soy demasiado metódico entrenando. En realidad pocas veces pienso que lo que hago pueda llamarse técnicamente "entrenamiento" aunque a la larga me prepare poco o mucho para las competiciones a las que me inscribo. No significa eso que cada vez que salga a correr haga lo que me venga en gana o me la sude el siguiente proyecto que tenga en el horizonte. De hecho puede que haya bastante de método detrás de la anarquía porque las competiciones de fondo no se terminan por cojones: se llega a la meta por haber entrenado para ello. Lo que pasa es que la ciencia que puede haber en lo que yo hago está seguramente tan escondida que ni yo mismo sé dónde encontrarla.

Correré el maratón del domingo sin haber entrenado para ello. En realidad me preparo para la ultradistancia de abril y mayo, con salidas "al monte" en un lugar sin monte, largas en la mayor parte de los casos, con mucho sube y baja y combinando correr con caminar sin mucha organización para ello. He llegado a entrenar más de 5 horas (de las que habré corrido de modo intermitente por espacio de poco más de 3), en salidas largas cada fin de semana con la mente puesta entre Pollença y la cuesta del cachondeo de Ronda, sin pensar en correr un maratón en marzo. Pero... ¿por qué tanta reflexión a estas alturas?

El otro día un colega me preguntó si repetía en Barcelona. Le dije que sí y me hizo esa pregunta tan habitual como poco esperada por mí en ese momento: ¿Y qué marca esperas hacer?...

¡Buena pregunta! ¿Qué marca me saldrá? No he hecho el test de 2 x 6000, ni pruebas de esfuerzo con análisis de gases y toma de muestras sanguíneas para el lactato, ni rodajes semilargos a ritmo de maratón ni nada por el estilo. El año pasado hice 4:48. Si hago números, saliendo a 6'40" lo mejoro, pero no sé si puedo correr a ese ritmo porque sencillamente hace meses que no corro tan rápido durante varios kilómetros. Es decir, que tomando como referencia lo que he estado haciendo, esas largas distancias las he recorrido a medias bastante más lentas que 6'40" el kilómetro. Sé que muscularmente estaré bastante aceptable porque mis entrenamientos han incluído siempre terreno de sube y baja, pero unas piernas fuertes no sé si son suficiente garantía para el maratón. Y luego está el asfalto, que no piso desde hace también mucho tiempo. ¿Me castigará demasiado?

Muchas dudas que dan al domingo un interés mayor si cabe. Como no sé cuál va a ser el resultado me siento como un novato, aunque sea mi séptima cita con el maratón, la cuarta vez que complete ese circuito o mi última carrera seria haya sido un Ironman. Admito apuestas.

Salud y kilómetros a todos.