sábado, 31 de enero de 2015

EL CORAJE DE SEGUIR


Veo la luz al final de este pequeño túnel. Es una luz tenue pero suficiente para llamar mi atención y conseguir que no desvíe mi camino hasta ella. Tras cerrar el año con mi maratón número 16, habiendo terminado también por tercera vez el Ironman las ganas de competir, y lo que es peor, de entrenar (hacer deporte con un propósito concreto) se esfumaron. Así sin más. Me alcanzó la necesidad de hacer otras cosas. Me compré una guitarra y empecé a tomar clases en la escuela municipal de música. Volví a leer con fruición, incluso prensa generalista en formato papel, esa que antes repasaba saltando entre titulares por la red. Empecé a disfrutar con otras cosas y en ese disfrute se fue la forma física. No del todo, porque mi vida social sigue muy ligada al circuito de ultrarresistencia local, y en ocasiones alternar continúa significando salir a juntar bastantes kilómetros al ritmo que des ese día. Pero no es lo mismo.

Tras abandonarme en brazos de la desidia deportiva un buen par de meses, he vuelto a sentir la necesidad de formar parte de la comunidad maratoniano-ultra-triatlética en cuyas filas estuve alistado tanto tiempo. Me apunto otra vez, pero de un modo diferente. Ya no me apetece "correrlo todo". Ya no me apetece preparar esta o aquella prueba para rendir al (siempre miserable) máximo nivel personal. Quiero estar bien, eso sí. Quiero poder correr (despacito) cualquier maratón dentro de tres semanas, o terminar (de una pieza) un medio ironman el mes que viene si es lo que se tercia. Pero voy a correr solo lo que me apetezca y a seguir haciendo otras cosas. 

Anuncio por todo ello mi no-retirada. Sigo en la brecha de un modo más relajado, sin obsesiones ni sacrificios extremos. Voy a darle al deporte lo que el cuerpo me pida, y no voy a esperar más dividendos que los que merezca en función de la inversión. Puede que así las cosas me salgan hasta un poquito mejor y todo. Y si no salen no se acaba el mundo por ello.

Salud y kilómetros (eso siempre) a todos (si alguno queda).