No lo he pasado bien estos días. Es verdad que siempre pensé en positivo, pero a veces uno no puede hacer abstracción de determinadas ideas fatalistas que se cruzan por la cabeza, aunque salgan con la misma rapidez con que entraron. Hasta que un médico especialista no dice esta boca es mía la duda está ahí.
El martes consigo que me vea un cardiólogo en condiciones, en el servicio de cardiología de la Clínica Corachán de Barcelona. Me atiende la enfermera. Me mide, me pesa y me hace un electrocardiograma en reposo. También me toma la tensión. Todo (menos el peso, claro), sale de libro. Estoy hecho un toro. Me pasa al despacho y espero al cardiólogo, que aparece enseguida. Hablamos un ratito. Le empiezo a contar todo el problema desde sus orígenes en mis antecedentes familiares. Antes de que se duerma decido ir al grano y le suelto lo de la prueba de esfuerzo, las prohibiciones de la médico de cabecera y el viaje a Barcelona.
Me tranquiliza de entrada porque afirma que la arritmia sin otros síntomas como mareos, palpitaciones o desmayos no es fácil que sea por culpa de una cardiopatía. De todos modos, como deportista (él dijo "maratoniano", pero me sigue sonando algo presuntuoso, ¡qué le vamos a hacer!) era una decisión interesante hacer la ecocardiografía doppler, observar con detenimiento paredes, cavidades, válvulas y flujos sanguíneos y determinar el grado de salud de ese corazón.
Pasamos, pues, a la sala de torturas. Me tumba en la camilla, me enchufa algunos electrodos en la espalda y me coloca de lado. Embadurna con un gel frío una pistola parecida a la que usa la cajera de mi supermercado para cobrarme por el código de barras y me la empieza a restregar por el pecho. En 15 interminables minutos está todo listo. Me ventila con un "bueno, esto tiene muy buen aspecto, vas a tener que seguir con lo de los maratones". No le doy un abrazo porque en la camilla y a pecho descubierto mi masculinidad hubiera quedado claramente en entredicho. Le manifiesto mi alegría y sincero agradecimiento de palabra, paso al despacho y se lo cuento a Mayte (mi Santa). Ya estoy pensando en los 12 o 13 kilómetros que me voy a meter en las piernas al día siguiente. Esto hay que celebrarlo.
No voy a cerrar esta entrada sin agradecer todos y cada uno de los comentarios de ánimo que dejasteis en la entrada anterior. También a aquellos que por circunstancias no llegaron a enterarse (no se puede estar en todas partes cada día) pero sé que se hubieran manifestado con palabras de apoyo. Debo repetir esta confesión: no han sido buenas estas dos últimas semanas. He estado un poquito acongojao (por no decir otra cosa). De todos modos, ya lo decía mi abuela, mala hierba...
23 comentarios:
Ufff!!!! Que alivio, enhorabuena, es que ser maratoniano con todas sus palabras y con algunos tintes de triatlonista, ese corazón está hecho para mucha carrera, ahora a lubricar la máquina que hay mucho por recorrer!!!
Un abrazo.
Me alegro mucho...ahora a disfrutar, pensado todo lo que vas a correr. Un abrazo
Yo soy una de las que no se habían enterado, y me alegro mucho de lo que acabo de leer. Ale, que tenemos Slowpepe para rato :)
Pufff... Me acabas de alegrar el día Pepe. Aunque por el título ya intuí que nos ibas a dar buenas noticias he leído con el corazón en un puño hasta el final.
¡Señor maratoniano!, queremos conocer las sensaciones de esos primeros doce o trece kilómetros post-susto.
Como diría mi amigo Lander: ¡qué alegría más grande!.
Un abrazote fuerte, fuerte. ;-)
bien, bien y bien!!!!!...no sabes (o sí) cuanto me alegro de leer eso...yo, desde luego, creo que hubiese pegado un salto y subido al brazo del médico directamente...
Es un notición, que realmente espero disfrutes de lo lindo en tu próxima correduría...
Mucha felicidad y kms, sr. maratoniano.
Besitos.
Pepe, hasta mitad del post, me has tenido con el corazon en vilo....ese pedazo de medico, ese gel frio, esa camilla, ese pecho descubierto, y yo aqui, leyendo y gritandote como si pudieras oirme...Pepeeeee, correeee, vete de ahíiii.....¡¡¡
Menos mal que todo ha terminado bien, tu corazon esta en su sitio, pero el mio casi se saleeee¡¡¡
Jajajaaja
Me alegro un monton.
Un abrazo.
Ale, se acabaron las excusas para descansar del Mapoma, ahora a correr otra vez, bueno a correr, a nadar y a montar en bici si quieres prepararte como solo se preparan los titanes.
Lola, aquí presente, dice que se alegra, que te escribirá porque quiere preguntarte no sé qué y que no se puede tener un corazón tan grande, no sé si habla del suyo o del tuyo pero yo lo pongo tal cual para que no se diga.
Dale recuerdos a la médico de cabecera de nuestra parte, y también a sus señores padres.
Hola PEPE; recién me pongo un poco al dia y me entero de esto, menos mal que fue medio un susto, no?
ME alegro mucho que sea historia ya...
besos
Lo ves!!!! Ves como como era que estaba bailando!!
Bueno, ahora que "vuelves" a estar como un toro habrá que empezar deshojar la margarita...Barcelona? Sevilla? Valencia? San Sebastian?.....
Me alegro mucho. Un abrazo
Enhorabuena. La salud es lo más.
:-)
Coño Pepe, la solución la tenía Santi Palillo, Corazón grande, eco, arritmia, ;-))
M´alegro un taco,
Un abrazo.
mala hierba nunca defallece porque es la más fuerte de todo la campiña
no lo olvides!
me alegro de que vayas para bien!
Besos y no dejes de crecer como mala hierba! jajajajaa
Esas si que son buenas noticias, de las mejores. Me alegro mucho que todo haya quedado en un susto y nada mas. Enhorabuena de nuevo.
Un saludo.
Con todo este asunto has conseguido que la imagen del trigeminismo ya no sea la que era ...y para comprobarlo basta con buscar imágenes en google introduciendo la palabra de marras ;-)
Me alegro de veras, enhorabuena ...nos debes a todos unas series :-)
Me alegro que todo haya salido bien.
Me imagino que estarás exultante de alegría! Yo habría salido corriendo de la clínica hasta el aeropuerto del alegrón! (bueno... a lo mejor hasta el aeropuerto no, pero casi casi)
Un saludo,
Fuerte como un roble, sólo hay que verte la pinta de sano que tienes. No soy médico pero tengo buen ojo para reconocer a los enfermos y tu tienes cara de todo menos de cardiópata.
Mi enhorabuena por la noticia y a comerse los caminos que ahora tienes que estar hambriento.
Abrazos, Germán.
Supongo que no te llegas a imaginar lo mucho que me alegro, solo te puedo dar la enhorabuena y un enorme abrazo , era impensable tu retirada como maratoniano. Lo dicho un abrazo.
Lo que hace la gente para no entrenar un par de semanas...¡¡Menudo cuento tienes!! ja ja ja ¡anda ya y ponte a correr!
Me esperaba algo así como te comenté en el post anterior. Un abrazo y me alegro mucho. :)
¡Enhorabuena, Pepe! Y ahora a preparar la aventura en la Sierra de Cádiz.
Me alegro mucho, ENHORABUENA, después del coraje de empezar hay que seguir teniéndolo para continuar. Genial. Saludos.
Muy bien Pepe. Nada, que como corredor de fondo parece que vas a tener mucho fondo.
A entrenar que ya no tienes excusas.
Tenéis todos mucha razón. Basta ya de excusas, jejeje. Ahora toca darle a las zapas y a algo más (se está cociendo en la siguiente entrada) porque sino nos pilla el toro. Gracias por todos esos comentarios. Abrazos a todos.
Me alegro muchisisisiisisissimo de esa excelente noticia.Toca ahora disfrutar de este maravilloso deporte con nuevos proyectos y objetivos ilusionantes.
Un abrazo campeón y a seguir dándole y disfrutando a tope.
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