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Recapitulemos: no sé si soy corredor o no, pero de vez en cuando salgo por ahí a sudar un poquito moviendo mi voluminosa anatomía camino arriba y camino abajo. A veces incluso me inscribo en alguna carrera. Estoy inscrito en el maratón de Barcelona de el próximo 1 de marzo. Estoy lesionado.
Lo que según el fisio era una microrrotura sigue siendo una microrrotura o algo terriblemente parecido. Hoy salí a rodar un ratillo. Del minuto 1 al 10 troté como los ángeles, por la hierba y sin molestia alguna. Eran prácticamente 10 días de reposo, tratamiento y recuperación funcional más con la bici que con la elíptica. Eso, 10 minutos fantásticos y en el 11 un pinchazo. Paro de golpe y me voy para la ducha. Vuelvo a cojear. El rodaje ha terminado.
En términos eminentemente prácticos el tema, antes de esta mañana estaba en dos situaciones de las que debía elegir una: prepararme o cuidar la lesión. Intenté tomar el camino del medio, y esperé a no sentir molestia alguna y haber trabajado en esas condiciones un par de días más en el gimnasio para salir a rodar suaaaave, con las taloneras de silicona puestas, por la hierba, y aún así el gemelo pinchó.
Ahora sólo tengo una opción: recuperar el músculo, aunque no estoy muy seguro de para qué. Bien, supongo que si descanso 15 días podría resolver el tema. Entonces me quedarán 7 para el maratón, por cuya línea de salida debería aparecer después de estar 25 días sin correr (ya sabemos que la semana antes no es momento para grandes kilometradas ni duras series). Eso sí, estaría sano. Hasta aquí las suposiciones, ahora mi planteamiento.
Lo más importante, prácticamente lo único relevante (deportivamente hablando) es poder correr, ni lejos ni rápido, sólo correr. Para eso es necesario estar sano. Por tanto no arriesgaré el músculo y sí arriesgaré mis opciones de terminar la carrera. Es decir, recupero tratando de no perder demasiada resistencia aeróbica a través de la bicicleta y la natación (donde el gemelo no da señales de vida) y esperando que algo quede de estos 4 meses de entrenamiento después del parón, me presento en la línea de salida del maratón el 1 de marzo y corro tranquilito hasta que no pueda más. Entonces saco 20 euritos del bolsillo y me meto en un taxi hacia la zona de meta. Si la mecánica aguanta yel cuerpo me lleva corriendo hasta el final me ahorro el taxi, cruzo ese arco sin mirar al reloj, con la mejor de mis sonrisas y me apunto el cuarto maratón. Veremos.
Salud, mucha salud, y buenos rodajes a todos.