domingo, 21 de febrero de 2010

ES LUPUS

Foreman: Para tratar pacientes nos hicimos médicos.

House: No, para tratar enfermedades somos médicos. Tratar pacientes es el inconveniente de esta profesión.

No me he vuelto arrogante, ególatra, narcisista o antisocial. Tampoco agonizo víctima de un ataque de misantropía, aunque ha faltado poco, muy poco. Algunos dirán que me estoy volviendo viejo: el martes cumplí 40 y no soy capaz de arrancar de mi cabeza el infame pensamiento de que dentro de 10 años cumpliré 50. En plena crisis, sí, pero no es eso.

Resulta que para empezar con el invento este del triatlón y llegar a Frankfurt sabiendo un poquito de que va el rollo me inscribí en una prueba de la llamada distancia B o Half Ironman. Hablo concretamente de la Challenge-Barcelona Maresme en Calella, para el mes de mayo (supongo). Es la segunda edición de este Half. La organización tiene una página web (www.challenge-barcelona.com) y ahí acudo para formalizar todos los trámites que incluían el desembolso de la bonita cifra de 150 eurazos que se cobran con cargo a mi correspondiente tarjeta de crédito de modo puntual. Y parece que no hay carrera. A ver si soy capaz de explicarlo (hasta donde yo sé) de modo resumido:

TEAM-CHALLENGE GERMANY es una empresa alemana, dueña de los derechos de las competiciones de marca "Challenge". Los alemanes contratan el año pasado a una empresa española, EVOLUTION, para organizar tanto el Half (1900 m nadando, 90 km en bici y 21 km corriendo a pie) como el Challenge (distancia completa 3800-180-42).

Para este 2010, EVOLUTION abre inscripciones y nos apuntamos. Mientras tanto llega el mal rollo, las discusiones y la ruptura del contrato entre EVOLUTION y TEAM-CHALLENGE. Ambas partes dicen poseer los derechos de organización de la prueba. EVOLUTION sostiene que el Half va a ser organizado tal y como estaba previsto el próximo 23 de mayo. TEAM-CHALLENGE, propietaria de los derechos, renegocia los permisos con las autoridades locales y organiza su Half el 16 de mayo, abriendo una página web para ello idéntica a la de EVOLUTION pero terminada en .es (www.challenge-barcelona.es) Ambas pruebas en Calella.

Las dos empresas se cruzan denuncias y todo queda en manos de un juez que, como suele ser costumbre del lugar, resolverá cuando le parezca.

Mando sendos correos electrónicos a las dos partes. Ambas se reconocen como legítimas organizadoras de la prueba: TEAM-CHALLENGE por poseer los derechos y tener los acuerdos con las autoridades, y EVOLUTION por defender el contrato que, por 5 años, firmaron la temporada pasada y consideran vigente hasta que un juez no diga lo contrario. Ahí estamos, a la espera de saber qué demonios es lo que padece el enfermo, aceptando los pros y contras de la medicina y odiando a los pacientes. EVOLUTION no está dispuesta a devolver a nadie el dinero de la inscripción, aunque todo apunta a que, siendo el hermano pobre, el Half lo organizará finalmente TEAM-CHALLENGE. Y los alemanes siguen con sus inscripciones a buen ritmo amenazando con dejarnos fuera a los que nos inscribimos con los españoles (cuando sólo existía la posibilidad de hacerlo así, hace ya meses).

En otro orden de cosas, esta semana pasé un par de días en Barcelona. Conseguí salir a correr un ratito el miércoles, y volviendo tropecé con uno de mis amiguetes favoritos, asiduo de esta bitácora, maratoniano, ironman y la mar de majete. Como por navidades casi todos los corredores barceloneses me dejaron con mi saludo de pueblo en el aire, me he vuelto un poco House e ignoro a todo bicho trotante con el que me cruzo corriendo por la ciudad condal. Por suerte Pau (www.ironpanic.com) es infinitamente más sociable que yo y, no sin cierto estupor (o desconcierto geográfico), me reconoció, tuvo a bien pararse, abandonar a sus compañeros de entrenamiento y comentar conmigo la jugada. Como diría mi primo, fue un puntazo. Y trotando de vuelta a casa volví a saludar a tantos corredores como se cruzaron conmigo. Otra vez sin éxito, claro.

Salud y buenos rodajes a todos.

lunes, 8 de febrero de 2010

CORRIENDO CON CARLOTA

Cuando apostamos por la paternidad fuimos convenientemente advertidos de los cambios que la niña iba a ocasionar en nuestro estilo de vida. Personalmente sabía que Carlota iba a exigir mucho tiempo de calidad que, como no nací millonario, debía salir del que dedicaba habitualmente al ocio, en buena parte lo llenado por el entrenamiento.

Inmediatamente pensé en el carrito. Mi santa no tragó con "el mónstruo de las tres ruedas" por aquello de tener (ella) un coche pequeño y nuestra casa demasiadas puertas. Habiendo comprado para Carlota el clásico carrito compacto y práctico con el que no se puede salir a correr, fijé mi objetivo en uno de esos "babyjogger" tan molones, ruedas grandes y finas, y precio por las nubes. Como mi cumpleaños estaba lejos, los reyes no se iban a mostrar demasiado generosos y la paga extra estaba más que gastada el proyecto durmió el sueño de los justos y salir a correr con Carlota tuvo que esperar... hasta hace unos tres meses.

Un conocido iba a jubilar un carrito de tres ruedas en buen estado. Hablándolo se ofreció a prestármelo, pero ya se sabe lo que pasa con estas cosas: las usas, las usas y las usas y para cuando debes devolverlas te mueres de vergüenza por el estado en el que se encuentran. Le pedí que le pusiera precio, llegamos a un acuerdo justo y me llevé el carrito a casa. Tras un leve mantenimiento apretando un par de tornillos, repasando las ruedas y dando una manita de lubricante a las partes móviles el nuevo bólido de Carlota enseguida funcionó de maravilla.

No diré que lo hayamos usado mucho, la verdad. El invierno está siendo duro por estos lares, con frío, viento y humedad, y una cosa es que Carlota y yo queramos salir a correr juntos y otra muy distinta es que arriesgue la salud de mi hija de modo innecesario. Eso sí, cuando hemos salido la experiencia ha valido la pena. Le monté un saquito de esos de invierno, y Carlota se acurruca dentro de él y se pasa todo el rodaje riendo.

Hay un par de cosas interesantes que apuntar con respecto a esto de correr con el carrito del bebé:

Lo primero es esperar a que el bebé tenga fuerza suficiente en el cuello como para no lastimarse con los baches. Normalmente eso sucede sobre los 7 meses, aunque puede ser un poquito antes (sobretodo si se hace sólo asfalto) o un poquito después en función de cada bebé. Después recomiendan acostumbrar poco a poco al pasajero. Yo no tuve ese problema porque a mi hija todo lo que sea salir de casa le encanta y ya pasamos el verano yendo en bici de aquí para allí con una sillita frontal de la que tengo que hablar algún día (una auténtica maravilla).

Otra cuestión importante es el ritmo: como es lógico hay que bajar un poquito el pistón porque se trata de reservar fuerzas para empujar el carrito (sobretodo se nota la más mínima cuesta), para ir comentando la jugada con el bebé (con mi hija contamos gaviotas, saludamos a las vacas, ...) y andar un poco pendiente de si se quita los guantes y los tira por la borda, si se duerme y se descoloca, etc.

En cuanto a la técnica, encuentro difícil correr con las dos manos en el carrito, porque mis hombros están acostumbrados a bascular para contrarrestar la rotación de mi cadera (como en cualquier otro ser humano, ni más ni menos). Es más sencillo empujar el carrito con una mano y mover en libre braceo la otra extremidad superior. Conduzco mejor con la derecha, pero estoy aprendiendo a hacerlo también con la izquierda, por aquello de entrenar compensado. Hay que saber que la rueda delantera de un carrito que sirva para correr no es direccional (es fija) y hay que estar un poco atento también a si hay que levantar el carrito tanto para superar obstáculos como para girar cuando la curva es curva de verdad. Aún así, con una mano el carrito s se dirige bien sin levantar la rueda delantera si los giros son suficientemente suaves.

Lo dicho, toda una experiencia tanto para el papi (o la mami) como para el bebé. Absolutamente recomendable hablando desde mi experiencia (limitada pero intensa). Carlota se pone a aplaudir cuando ve que empiezo a vestirme de romano y saco su anorak y su gorro orejero preferido.

Salud y buenos rodajes, solos o tan bien acompañados como podáis.