viernes, 12 de diciembre de 2008

YA VOOOOY...

Si se me ocurriese por casualidad quejarme por todas las renuncias que me vinieron dentro de ese pan debajo del brazo con el que supuestamente apareció la nueva en la tribu estaría siendo profundamente injusto. Supongo que no soy el primero ni seré el último en perder casi todo ese espacio que antes era de uso y disfrute enteramente personal y regalárselo a un bichejo de poco más de un mes de vida como quien no quiere la cosa.

Me está resultando especialmente complicado atender a tareas que antes abordaba con total tranquilidad cuando me venía en gana. Una de esas cosas que ando aplazando demasiado es este chiringuito donde cuelgo mis andanzas y a través del que me relaciono con mis semejantes. Hay más renuncias.

A lo que, sin embargo, sí pude volver es a las zapas y la ropa técnica. Ahí cuento con la inestimable complicidad de mi santa, que me echa de casa en cuanto detecta el más mínimo desequilibrio en mi humor y me manda a correr. Entonces disfruto de ese momento único, personal e intransferible y vuelvo a casa al cabo de una horita como nuevo. Eso sucedió ya hasta en 5 ocasiones la semana pasada, y 3 veces más en los últimos 5 días. Naturalmente casi todo lo demás debo dejarlo para cuando en casa no se me necesite (cosas de la modernidad, compartimos también tareas domésticas) o hasta que la pequeña se valga por sí misma (antes de ir a la universidad, espero).

Hablando, pues, de correr, que es de lo que trata este garito, he andado tras unas cuantas reflexiones al respecto del poder terapéutico de esto de los sudores trotones. Lo que ocurre es que, como siempre, otros ilustran mejor que yo mis propios barruntos. Al hilo de ello cuento algo que leí en el libro "50-50" de Dean Karnazes. Para los menos puestos explico que Karnazes escribe sobre su aventura de correr 50 maratones en 50 días consecutivos y en todos y cada uno de los estados de la Unión (yankees). En uno de ellos tiene la oportunidad de charlar con una mujer que corre con el grupito formado. La chica empezó por probar, con unas amigas, y se enganchó al running de un modo irreversible. Madre de tres pequeños, describía los momentos corriendo como aquel tiempo para ella, sólo para ella, del que disfrutaba al máximo desde el primer al último minuto. Terminaron el maratón y cuenta Dean que todos fueron a estirar y a prepararse para la fiesta post carrera menos aquella abnegada madre, que siguió corriendo hasta el aparcamiento, montó en su coche y condujo hasta su casa para ocuparse de la fiesta de cumpleaños de uno de sus pequeños. Su tiempo había terminado. Luego supo el autor que aquél había sido su primer maratón. Para que luego nos quejemos los demás.

Salud y buenos rodajes a todos.

17 comentarios:

Espirulina dijo...

Bueno, con que te asomes de vez en cuando para decir que todo OK, vale ;-)

Y totalmente de acuerdo con tus prioridades. A mí a veces se me olvidan, y las cosas empiezan a no rular bien.

Un abrazo, que siga todo igual de bien. Bendita esclavitud, ¿no?

Servando dijo...

Amen amigo, me alegro de que vuelvas a las andadas, eso es buena señal.
Se de lo que hablas, y entre la niña, trabajo y cosas que hacer en casa resulta complicado encontrar hueco para correr, pero como bien dice el refrán; hace más el que quiere que el que puede. Pues nada, sigue tus sueños amigo.
Por cierto me has dejado frio con la anécdota que ralata el libro. me lo apunto para comprarlo.
Un abrazo y a cuidarse.

Unknown dijo...

Pepe, resulta curioso que cada vez que leo lo que has escrito se me ocurre una palabra distinta a "running" para insertar en el texto:

La chica empezó por probar, con unas amigas, y se enganchó al "running" de un modo irreversible. Madre de tres pequeños, describía esos momentos como aquel tiempo para ella, sólo para ella, del que disfrutaba al máximo desde el primer al último minuto.

...y muchas de ellas tienen el mismo (incluso superior) poder terapéutico.

Pablo*NSN dijo...

Un placer leerte, parece que el agobio es menor y que poco a poco vas encontrando tiempo para todo, qué suerte ! que siga la racha ! :-)

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Cuando los peques salen de la cueva y asoman por casa hay que atenderlos. Así que, a cuidarlos y a cuidarse. Eso es lo primero.

Bueno, una vueltecita por aquí también hay que dar. Un saludo.

mayayo dijo...

hala, ya has aprovechado para emerger un poco. ahora, cierren las escotillas d enuevo e inmersión familiar ;-)

bonita anécdota la que cuentas, y admirable. Máxime cuando el Karnazes no sabe hacer "despacio" los 42k no siquiera para el 50/50 no? A q ritmo correría mamá debutante? Escalofríos me dan.

Joan Josep dijo...

Hay Pepe, me uno al club de los afectaados por ese delicioso "castigo". Creo que a muchos nos sucede.. si disponemos de un rato, lo primero son las zapatillas y si queda tiempo miramos el blog, si aun nos sobra escribimos o comentamos. Pero eso último ya queda muy justo para incluirlo tan amenudo como quisiéramos. Ahora bien, prepara Barcelona, que hay que legar fuerte.

Un saludo.

German Alonso dijo...

¡Qué me vas a contar a mí de falta de tiempos!... Y más teniendo en cuenta que se nos ocurrió encargar otro bb para julio. Como no salga con uno de ellos a correr en una mochila no sé que voy a hacer.
Estoy en estos momentos leyendo el 50/50 y me ha sorprendido, creí que sería más monótono pero el tío da muchos consejos y cuenta anécdotas como la que dices que lo hacen bastante entretenido.

Saludos, Germán.

Nombre dijo...

Con el tiempo todo encontrará su lugar... y con algo más de tiempo lo mismo es Carlota la que te lleva de correrías. Tiempo al tiempo.

SlowPepe dijo...

A ver, amigos, nadie nos dijo que iba a ser fácil, está claro. La verdad es que si uno no es muy exigente y cuenta con la comprensión del entorno se puede dar con huecos (pequeñitos) de espacio personal con los que tomarse un respiro y salir a trotar. Eso sí, sin grandes aspiraciones, cosa que no me preocupa demasiado porque es algo que nunca he tenido.
Gracias por los ánimos, ayudan lo suyo, y abrazos a tutiplén.

Anónimo dijo...

Enhorabona per la petita i disfruta-la que créixen molt ràpid.
nena

Enfoques Cancún dijo...

Felicidades por tus carreras esta bueno tu blog,
yo tambien corro (eso intento)
Saludos de Cancun MEXICO
http://luzyescritura.blogspot.com/

Syl dijo...

A ver si leo al karnaces éste, que siempre que escribes de él, me gusta.

Bien por esos días para ti, que son necesarios para estar bien con los demás (veo que ya lo sabe tu chica).

Ánimo con el cambio...poquito a poco.

Besitos.

Victor dijo...

Encantado de leerte y de verme hace muy poco tiempo.
Mi pequeño, 4 años, va tres días a la semana a educación física al RGC (www.rgc.es) , 45 minutos. Y papá sale corriendo y da vueltas a la pista durante ese tiempo. Es cierto el disfrute particular de esos momentos, eso sí, a los tres cuartos de hora y sin estirar, ya estoy a la puerta para recibir a Lucas, ir a la ducha, vestir, bolsas,ropa, zapatos,... pero: los dos salimos riendo, y eso, no tiene precio.
Un saludo

Victor dijo...

Perdón, pero la dirección correcta es www.rgcc.es.

Carlos dijo...

Cosas de la paternidad bien entenddida Pepe: hay que priorizar y lo importante es lo importante. Al menos tu filosofía vital te permite encarar la situación sin dramatismos y seguir disfrutando del tiempo que sacas para correr en lugar de amargarte por aquel al que tienes que renunciar.

Un abrazo. ;-)

Vic dijo...

Je,je,je. yo áun no he encontrado el tiempo inamovible en el día. A veces, tengos 45' después de dejar la llaves del coche saliendo a las 8h y volviendo a las 15h30' y elijo entre comer y sentarme o salir a corre. Otras veces no se puede elegir: toca comer o desfallecer...
Otras veces, los 45' desaparecen entre visitas obligadas al super o a algún hospital (que tenemos racha mala).
Estoy por comprarme un tapiz rodante pero ¡coño! ¡estamos en crísis!
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