Hoy cuelgo una foto del último medio maratón local, entrando con Carlota en meta. Una parecida (no ésta) subí hace un tiempo
Decir que correr se me da bien es faltar gravemente a la verdad. Con semejantes condiciones (por eso cuelgo una foto actual, a título ilustrativo) más podría defender un pasado en la Liga Nacional (de aquí) de Fútbol Americano, que lo hubo, que una vida dedicada a correr desde hace algunos (aunque no demasiados) años ya.
Hoy tocaba correr, 60 minutos en una zona aeróbica confortable según el sr. Polar. Quedé con Juanki en la pista municipal, que tiene un perímetro amplio de hierba bajita que se lleva muy bien con mis articulaciones. Las vueltas no son de más de 500 metros, pero cambiando de sentido cada 15 minutos, con el sol y la buena temperatura que teníamos hoy y la entretenida conversación, el rodaje fue fantástico. Juanki es de los pocos atletas de 4'30"/km capaces de adaptarse a mi ritmo y correr sin acelerarme. Normalmente es así, aunque hoy, sabiendo que íbamos a coincidir durante media horita, me exprimí un poquito más de la cuenta al punto de que mi colega me preguntó en más de una ocasión si iba bien (por lo poco hablador que me había vuelto). Al quedarme sólo, con 30 minutillos por delante he reducido el ritmo (necesitaba ese respiro) para luego ir aumentándolo poquito a poco hasta llegar a mis pulsaciones objetivo sin pasar para nada (145 ppm, para los aficionados a la ciencia). Entonces se ha producido el milagro de los panes y los peces pero en versión trotona: maravillosas sensaciones han aparecido como de la nada. Corría sin apenas esfuerzo, como flotando sobre la hierba, percibiendo cada pisada mientras disfrutaba del sol en mi cara y la suave brisa de la mañana menorquina. Sé que es una cursilada como un templo, pero sólo así puedo describir esa rara conexión con el correr que viví esta mañana, algo que pasa muy pocas veces (al menos a mí) y que me reconcilia con esto del sudar al aire libre.
Sigo siendo un corredor de pacotilla, pero en ocasiones hasta pienso que completar un entrenamiento puede ser lo mejor que me vaya a pasar en todo el día (hasta que llego a casa y mi hija me da uno de sus abrazos y el mejor beso de los que acaba de aprender a dar).
Mañana hablo de los acoples. Hasta entonces, mucha salud.
5 comentarios:
Te entiendo perfectamente sé de trotar lento(no queda otra), de sol en la cara de hijas y de besos en la cara, lo que más.
Enhorabuena por las sensaciones y por el recibimiento en casita.
Pepe, creo que has experimentado lo que se conoce como "Second Wind".
Ánimo!
Interesante lo del Second Wind, pero por desgracia yo no lo he experimentado nunca... ¿soy anorgásmico, doctor?
Enhorabuena por esas sensaciones, y mucho ánimo para ir quemando etapas de preparación.
Suerte!
Con retraso (mil perdones)...
ALEX: Estamos de acuerdo, corredores y papis, en fin...
VICMAN: Gracias, amigo. A veces pienso que no se necesita demasiado más para estar cerquita de algo parecido a la felicidad.
NKA': Te agradezco lo del enlace. Leído el tema en Wikipedia reconozco mi ignorancia (bueno, ya no, claro). Interesante...
JORDI XANO: Todo llega (supongo). Lo de la anorgasmia es algo en lo que no me meto, no sea caso que...
Como dices, quemando etapas, aunque incluso eso, despacito.
Salud!
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