Acabo de superar una gripe de campeonato. Una semana completa parado, de sábado a sábado. Supongo que entre los cambios de tiempo y las agresiones que para mi sistema inmunitario supone tanto entrenamiento largo abrieron en su día la autopista de mi organismo a los bichitos que anidaron en él sin anunciarse. Ahora estoy mejor y he vuelto al tajo.
Pocas cosas sin embargo han cambiado. Con el calendario que tengo por delante (en menos de 2 semanas maratón, en abril medio maratón y los 62k del Trail en 6 días y en mayo Ronda y sus 101) continúo con mi anárquica preparación, juntando más o menos a ojo rodajes largos, rodajes algo más vivos, tiradas de caminar-correr y algo de descanso. Todo ello procurando juntar unos volúmenes de supervivencia, que me lleven con mayor o menor calma a cada una de esas cuatro líneas de meta en las que se me espera.
Empezando por el principio, el 6 tomo si todo va bien la salida en Barcelona. Mi 4º maratón en ese circuito (el 6º o 7º total, que no sé si el del Ironman se cuenta) y por primera vez no tengo ni la más remota idea de cuál va a ser mi marca. Como supongo que de piernas no andaré mal del todo imagino que entre las 4h45 y las 5h15 andará la cosa, pero no puedo (ni quiero) ser más preciso. Ya pedí en su día disculpas por profanar la mística del maratón utilizándolo para entrenar, para sumar kilómetros de cara a objetivos venideros.
Lo de la media de Pollença va a ser otra decepción. Los decepcionados serán nuevamente mis compañeros de club, con los que nos desplazamos cada año a esta carrera al grito de "este año sí", en franca referencia a mi incapacidad manifiesta para bajar de 2 horas en esa distancia. Este año será otra vez no, primero porque no puedo, y segundo porque en 6 días, al sábado siguiente, debo merendarme el Trail Serra de Tramuntana (62k, 2200m de desnivel positivo y algo completamente desconocido para mí).
Lo de Ronda queda algo más lejos pero es mi principal desvelo, aquello a lo que dedico cada martes y cada sábado cuando salgo de casa para pasar todas esas horas combinando correr con caminar por la Menorca más rural. Anárquicamente, es cierto, pero pasándomelo de maravilla con el entrenamiento. Si termino las 4 carreras que nos quiten lo bailao. Luego vendrá otra vez el Tri...
Salud y kilómetros.
PS. Aún no tengo las camisetas solidarias. Problemas logísticos en vías de solucionarse las mantienen en la isla vecina. Supongo que no irá la cosa mucho más allá de esta semana y podré empezar a vender solidaridad. Tengo ya muchas ganas.