Estoy por pedir una prueba de paternidad. La de la foto es supuestamente hija mía. Se llama Carlota y nos parecemos en muchas cosas, pero después de ver cómo se toma esto de correr a sus 2 años y medio (lo sé, no lo parece pero estoy en disposición de aportar partida de nacimiento) pienso que me han dado gato por liebre o la escasez de talento no se hereda.
En fin, que estoy de vacaciones, que es esa época del año en la que no tengo tiempo para casi nada. Con familia y amigos por casa buena parte del tiempo, Carlota sin cole ni nada que se le parezca y mi santa currando como una campeona (cosas de vivir del turismo, en agosto), el día en sus 24 horas se me queda corto. Eso sí, estoy encontrando huecos suficientes para juntar entre 8 y 9 horas semanales de trientrenos, que está la mar de bien, aunque sea muchos días a costa de esperar el fin de la siesta de la pequeña y entre su merienda y un ratito de tele (benditos dibujos animados) meter una sesión en la bici de spinning o en la cinta de correr (artefactos con los que me hice para poder ser un papá-deportista-responsable). Como a Carlota le racionamos mucho lo de la tele, ahora es ella la que se despierta de la siesta y me suelta aquello de "papi, tú a entrenar", sabiendo que junto a la bici y la cinta está su sillón favortito y enfrente de todo ello se suceden las apasionantes aventuras de Pocoyó o Dora la Exploradora (y su amigo el mono Botas).
Lo de hacer el medio ironman en septiembre por equipos se desmorona. En realidad se me desmorona el equipo, y yo no tengo cuerpo aún para pegarme la paliza en solitario. No está todavía descartado pero poco le falta. De ese modo, y aunque la bici es por ahora protagonista de mi sinvivir por aquello de Lanzarote, el desnivel y el viento, los próximos proyectos son sobrevivir al medio maratón de Menorca (9 de octubre) y disfrutar de la Behobia-San Sebastián mediado noviembre, o sea, todo corriendo. No hay maratones en mi cabeza porque lo del Ironman se me hace una montaña ahora mismo, pero como Barcelona me debe una puede que... En fin, ya veremos.
Hasta entonces, salud y kilómetros disfrutados.
6 comentarios:
La bici será la clave para Lanzarote. Ahí es donde se pierden o ganan cantidades de minutos. Lanzarote = viento + sol.
Disfruta de esas vacaciones.
GONZALO, lo de la bici y el IM es ya un binomio inseparable. Por buen corredor que seas, la clave es llegar entero al maratón. Si no es así, estás muerto. Y si encima en la bici se sube y se pelea contra el viento, no te cuento. La ventaja: en Frankfurt teníamos 15h y ahí serán 17, y créeme, esas dos horitas dan para mucho. Un abrazo.
¡Pero si incluso lleva chip! No me extraña que estés todito lleno de baba con ella...
Un abrazo para tí y un besazo grandote para la peque. ;-)
CARLOS, corren 400 o 500 mts pero todos con su correspondiente chip, como mandan los cánones. La foto es terriblemente afortunada por postura y "fase aérea", lo que a mí no me pasa nunca, vamos. Abrazos!
Increíble cómo crecen los críos, ¡si hace nada que pusiste una foto que salía enana! Y ahora corriendo como una Paula Radclife más!! Jajajaja. Está preciosa Carlota, Pepe, seguro que se te cae la baba a todas horas! :)
Te leo con frecunciae y desde hace mucho tiempo eres una fuente de inspiración. Muchísimas gracias.
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