jueves, 15 de septiembre de 2011

CAMINO A LANZAROTE (1)

  


Inicio aquí una modesta serie de publicaciones monográficas sobre temas relevantes en relación a la preparación del Ironman de Lanzarote en el que tengo previsto participar en mayo de 2012. Es importante subrayar que cuento lo que hago o lo que haré yo, con lo que a mí me va o lo que no me va. Cada uno es un mundo, y ni quiero ni puedo dar consejos sobre entrenamiento o alimentación a nadie.

He dividido mi preparación en aquellos aspectos del mundo del deporte más significativos (repito, en mi caso) para obtener el éxito de cruzar feliz la línea de meta en Lanzarote (y dentro del tiempo que dan para hacerlo, claro) y por este orden, de mayor a no tan mayor (nada es aquí baladí) importancia, mi reto pasa por centrar mi atención en: la alimentación, la bicicleta, la carrera a pie y su riesgo de lesión y la natación en aguas abiertas. Hoy empiezo por el principio.

Cualquiera que me conozca, o haya seguido (si queda alguien) un poco este chiringuito sabrá que soy un gordito que hace deporte. Entre mi hipotiroidismo y mi afición por todo aquello que engorda la guerra a los kilos siempre fue mi principal limitación. Un poco por eso, ya que jamás pude ir rápido decidí ir más lejos, buscando ahí el aliciente en la empresa.

Me encuentro exactamente en el mismo peso en el que estaba al empezar la preparación del IM de Frankfurt. Entonces por el camino quedaron aparte de sudores varios, hasta 14 kilos de grasa.  Para Lanzarote soy más ambicioso porque me obligan a hacer de la necesidad, virtud: en los 180 kilómetros del segmento ciclista tendré que pelear con la fuerza del viento que sopla constante en la zona y con un desnivel de subida de 2551 metros. Para alcanzar un peso de competición muy parecido al que mis médicos entienden como mi peso-salud debo bajar 25 kilos en 35 semanas. ¿Cómo? Ahí va:

La mayoría de los gorditos inquietos somos grandes teóricos del mundo de la alimentación. Puesto que hemos probado todas las dietas, no sin antes leer todo lo escrito en pros y contras sobre ellas, nos hemos cultivado en el fracaso. En ese camino llegué a mis propias conclusiones:

a)  Las dietas no funcionan. Cuando vuelves a comer lo que te prohíben engordas otra vez. No estoy dispuesto a comer solo proteínas, o solo piña, o solo sopa de apio. 

b) Sé que mi organismo necesita nutrientes de todos los grupos, comida de calidad y porciones moderadas dentro de la variedad.

    c) Voy a utilizar el sistema del VISUAL PLATE, que creo que se adapta mejor que ningún otro a mi psique de comedor emocional.

El VISUAL PLATE o plato visual es un método creado originariamente para enfermos de diabetes. Me encanta por su sencillez y aplastante lógica. Consiste básicamente en ponerse sobre la mesa un plato grande y dividirlo mentalmente por la mitad (mi cabeza ve la línea de arriba abajo). A un lado de esa línea, verde. En mi caso me suele apetecer más ensaladas a mediodía y verdura por la noche. Ese verde, al desayuno se convierte en fruta. La otra mitad se divide a su vez en 2 cuartos de plato. Un cuarto debe llenarse con un alimento rico en carbohidratos y el otro con proteínas (ahí veo una buena pechuga de pollo, un rico pescado, una tortillaza de dos huevos incluso con queso). Agua por doquier a todas horas y un par de picoteos (media mañana y merienda) de fruta o algún lácteo desnatado.

Tres platos grandes al día garantizan una alimentación variada, completa y equilibrada, y en mi caso, perderé peso seguro y sin obsesiones. Una comida a la semana será totalmente libre, para cubrir esos momentos en los que uno cena fuera en grupo o se da un capricho en familia. En mi caso, saber que existe esa válvula de escape me permite no ver las recaídas como el final del proceso sino como parte del mismo. Necesito saber que una pizza no acaba con mi plan de alimentación sana sino que lo refuerza, obligándome a insistir con fruta y verdura al día siguiente.

Esas son mis intenciones. Lo del peso es prioritario. Tal como estoy hoy no solo no terminaría el Ironman sino que pondría en riesgo mi salud o acabaría lesionándome antes. En mi caso la alimentación (odio llamarlo la dieta) está por delante del entrenamiento.

Salud y kilómetros a todos.

8 comentarios:

Antonio Morales dijo...

Muy buena y convincente tu exposición. Estoy de acuerdo en que con una alimentación equilibrada junto al deporte pierdes grasa.
Suerte.

Sosaku Runner dijo...

Justo ayer hablaba con un compañero de trabajo que va para el IM de Lanzarote (el año pasado también lo hizo) y me dijo que empezaría el plan sobre Octubre-Noviembre.
Mucho ánimo Pepe, desde aquí te seguiremos.
Como bien dices, lo duro de Lanzarote es el viento...y también el sol. El sol puede dar fuerte dependiendo del día.

Sosaku Runner dijo...

Justo ayer hablaba con un compañero de trabajo que va para el IM de Lanzarote (el año pasado también lo hizo) y me dijo que empezaría el plan sobre Octubre-Noviembre.
Mucho ánimo Pepe, desde aquí te seguiremos.
Como bien dices, lo duro de Lanzarote es el viento...y también el sol. El sol puede dar fuerte dependiendo del día.

Cartier dijo...

Los gorditos que hacemos deportes (hace unas semanas debuté en un triatlón sprint) te agradecemos el post.
Mucho ánimo!!

SlowPepe dijo...

NO ENTIENDO A BLOGGER. A RATOS (HOY) NO ME PERMITE PONER ACENTOS. DISCULPAS POR ELLO.

ANTONIO: Celebro que te gustase lo que escribi. Es clave tanto comer bien como entrenar porque al caprichoso metabolismo a veces le da por degradar tejido muscular (por necesidad) y eso no puede ser bueno. Gracias por los buenos deseos.

GONZALO: EL 24 de octubre empieza el plan de 30 semanas. Yo le añadi un trabajo preparatorio de 5 mas, dedicadas a reacostumbrarme a entrenar, centrado mas en la frecuencia de las sesiones que en su volumen o intensidad. El sol...un factor mas. Tu nunca hablas del desnivel, y a mi me tiene moscatel eso de subir y bajar (mas lo primero) todo el tiempo.

CARTIER: El que te agradece el comentario soy yo. Enseguida me paso por tu sitio para comentar lo que ya lei ayer a salto de mata. Creo que escribiste sobre tu PRIMER triatlon. Dado que no dijiste UNICO sino primero te deseo una larga relacion con esto de mover el culete pasandolo bien.

Gracias por vuestra colaboracion. El blog se alimenta de vuestros comentarios.

Nombre dijo...

En la prueba de esfuerzo tampoco dí con el tipo atlético acorde a mi actividad deportiva (?). Además, me recomendaron meter proteínas al desayuno (pechuga de pavo me sugirieron). Ahora, de vez en cuando, dejo la pechuguita a un lado y me trinco un buen bocata de jamón de pata negra con tomate, y aceite de oliva virgen extra. Eso sí, todo ello después de entrenar, porque siempre corro sin desayunar... mira a los chavales de Gabrielle Rosa y lo entenderás.
Salud (sobre todo salud) y entrenos, amigo!!!

SlowPepe dijo...

COMMEDIA:¿ Lo de los chicos de Gabrielle Rosa no tiene algo que ver también con su origen? Es que no son de Logroño sino keniatas... En fin, espero más detalles. Lo del jamón-tomate-aceite de oliva v.e. no es más que la prueba irrefutable de que conoces el lado bueno de la vida. Estamos en contacto.

Unknown dijo...

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