Desde que terminé el maratón de Palma, del que me recuperé sorprendentemente rápido, he contado casi mis días por trotes. Salgo cinco o seis veces por semana si el tiempo lo permite, y suelo rodar entre 6 y 8 kilómetros a un ritmo diesel total, es decir, lento, muy lento.Otra novedad es seguramente que suelo correr acompañado, organizando autobuses a la primera oportunidad. La técnica del autobús debe tener su inventor, pero yo la conozco por el maestro Palillo. Consiste básicamente en organizar un pelotón de pasajeros de ese autobús y nombrar conductor al corredor más lento. Ovbiamente, el conductor es quien debe pisar el acelerador o el freno en función de sus sensaciones. Así vamos todos juntos y nadie sufre más de la cuenta.
De todos modos, y a pesar de que ando tan feliz así despacito por los bosques, en un par de semanas tengo pensado empezar un plan para medio maratón, de esos que con la etiqueta sub 2:00 te garantizan que llegas a la meta en menos de dos horitas. Me da que para Getafe, a finales de enero (y con un frío del carajo) no voy a llegar, pero no hay nada descartado. Aún así, estaría bien andar fijando fechas para ese autobús bloguero. Está claro que para todos resulta más sencillo tener un objetivo claro marcado en el calendario, con día y hora. Vamos a ir pronunciándonos, amiguetes.
A tal efecto, abro una lista de pasajeros. El billete es gratuito (bueno, descontado el coste de inscripción, desplazamiento, hotel si es preciso, comilona, cervecitas y gastos imprevistos).
¿Qué carreras nos convienen y quién se apunta al autobús?




